Michael Trabbia, director de tecnología de Orange, ha presentado un plan que contempla el despliegue exclusivo de equipos de red compatibles con RAN abierta a partir de 2025. Sin embargo, subraya que ello no supondría un ataque a la cuota de mercado de los fabricantes europeos Nokia y Ericsson.

Durante un acto en el que se han explicado en detalle los planes de la firma para modernizar su red, Trabbia ha afirmado que el paso a la tecnología abierta ofrecerá oportunidades a nuevos actores, pero no a costa de los pesos pesados europeos de las redes.

El directivo considera que “la RAN abierta es importante para incrementar la agilidad y la automatización de las redes, pero nuestro objetivo, sin lugar a dudas, no es atacar a nuestros proveedores actuales”. Alude con ello a la oportunidad de que gozan las empresas entrantes para reemplazar a las firmas que se enfrentan a medidas restrictivas en Europa, y también para centrarse en áreas concretas.

Añade que “esto no equivale a ir contra Nokia y Ericsson”, puesto que se trata de “colaboradores muy importantes de la O-RAN Alliance”, y señala que Orange querría “fomentar un sólido ecosistema europeo de RAN abierta”.

Trabbia subraya que hay que garantizar que el cambio de orientación en tecnología de redes no desplace a Europa de su posición actual en la vanguardia del ecosistema de fabricantes.

5G autónoma
Trabbia explica que Orange está realizando pruebas con una red totalmente virtual y automatizada que se espera que pueda acoger clientes a finales de 2021.

Las pruebas en cuestión se enmarcan en los preparativos de despliegue de su infraestructura 5G, con la que aspira a crear redes resistentes y ágiles que ofrecerán tecnologías sostenibles tanto a consumidores como a empresas.

El directivo cuenta con que la IA se use cada vez más para mejorar el rendimiento de las redes, junto con la automatización y las innovaciones en software y en la nube.
Dentro de dicha evolución, Orange prevé iniciar la migración del mercado europeo a la 5G autónoma en 2023, tras realizar pruebas a gran escala en 2022.

El grupo también aspira a efectuar pruebas piloto de 5G en algunas de sus filiales de Próximo Oriente y África a finales de 2021 y cita la carencia de dispositivos asequibles como un problema que podría frenar dichas pruebas en algunas partes de la región.

También prevé adoptar medidas para reducir aún más su impacto medioambiental, como por ejemplo fomentar el reciclaje de dispositivos, así como la evolución de las redes 5G y la creación de la 6G.