Un tribunal de apelación estadounidense ha suspendido una orden judicial que obligaba a Apple a abrir su App Store a los sistemas de pago de terceros, lo que habría reducido la comisión que dicha firma recibe cuando los usuarios realizan compras.

El tribunal ha adoptado dicha decisión cuando faltaba menos de un día para que la orden judicial entrara en vigor, lo que permite a Apple recurrir contra el dictamen judicial.

Apple argumenta que la obligación de abrir la App Store a los pagos de terceros perjudicaría a los consumidores al menoscabar su privacidad y seguridad.

Los analistas de Bloomberg Intelligence estiman que dichos cambios en la política de pagos costarían a Apple, por lo menos, 2.000 millones de dólares (más de 1.700 millones de euros) al año, si bien la cantidad representa menos del 1% de su facturación anual.

El caso contra Apple se debe a Epic Games, que acusó a la empresa de vulnerar las leyes sobre competencia vigentes en Estados Unidos y California. Ambas firmas han apelado contra diversos elementos de la anterior resolución judicial.

Apple ha introducido algunos cambios. Así, los editores pueden dirigir al usuario a sus propios sitios para que adquiera suscripciones en ellos, y los desarrolladores cuentan con la posibilidad de comunicarse directamente con los usuarios de las aplicaciones.

Por otra parte, Apple ha indicado que en Corea del Sur permite que el usuario pague por las aplicaciones mediante los sistemas de pago de los desarrolladores, debido a que una nueva ley le obliga a ello.