Según las estadísticas de Canalys, Xiaomi ha expulsado a Apple del podio de los tres fabricantes de smartphones que más vendieron en todo el mundo durante el tercer trimestre, y Samsung recupera el primer puesto que Huawei le había arrebatado en el trimestre anterior.

La firma de analistas señala que las ventas de Xiaomi se han incrementado en un 45% interanual hasta situarse en 47,1 millones de unidades. Dicho salto se atribuye, en parte, a que un buen porcentaje de la cuota de mercado correspondía a Huawei, sobre todo en Europa. Las ventas de Huawei en el tercer trimestre han experimentado una disminución del 25% en toda Europa, mientras que las de Xiaomi han aumentado en un 88%.

Las ventas de Apple se han mantenido prácticamente iguales en los 43,2 millones de teléfonos, con lo que la firma se sitúa en el cuarto lugar.
Las de Samsung han aumentado en un 2% hasta los 80,2 millones, mientras que las de Huawei han caído en picado un 23% hasta los 51,7 millones.
Si bien la caída de Huawei ha contribuido al regreso de Samsung al primer lugar, se dice que este también se debe a la demanda acumulada del segundo trimestre, a la recuperación de cuota en India y a la promoción creciente de sus productos de gama baja y media.

Vivo se suma a la clasificación de los cinco primeros puestos del tercer trimestre con 31,8 millones de unidades vendidas, seguido de Oppo (31,1 millones), Realme (15,1 millones), Lenovo (10,2 millones) y por último Transsion (8,4 millones), marca que trabaja sobre todo en África.

Malas perspectivas

Las ventas de smartphones en todo el mundo han disminuido un 1% hasta situarse en 348 millones de unidades, si bien Canalys destaca un incremento secuencial del 22%.
A pesar de ello, Ben Stanton, analista sénior, advierte de los riesgos que entraña el regreso a medidas más estrictas de confinamiento para frenar la Covid-19 (nuevo coronavirus) en Europa y las repercusiones económicas que esto conlleva.

“Las consecuencias de los confinamientos del primer semestre aún persisten. Así, por ejemplo, los canales físicos de venta pierden importancia, porque las tiendas cierran y se despide al personal, y los fabricantes tienen que competir con mayor ahínco para hacerse un espacio. Las limitaciones en el suministro de chips para 4G provocará cuellos de botella en la cadena de suministro y aumentará los costos de producción.”