Telefónica atribuye la fuerte caída de sus ingresos del tercer trimestre al impacto del Covid-19 (coronavirus) y unos tipos de cambio cada vez más desfavorables, y se sitúa en números rojos debido a un deterioro en Argentina.

La compañía ha reportado una caída interanual del 12,1% en los ingresos, que fueron de 10.500 millones de euros, citando la pandemia y las dificultades cambiarias, y registra una pérdida neta de 160 millones de euros debido a un deterioro imputado a Telefónica Argentina, aunque las pérdidas citadas hayan sido inferiores a los 443 millones de euros del tercer trimestre de 2019.

En un comunicado, el consejero delegado y presidente José María Álvarez Pallete, se manifiesta optimista y asegura que la empresa está mostrando “fuerza en medio de una situación inusual”.

“Gracias a la aplicación de la estrategia presentada hace un año y a la solidez de nuestro negocio, las tendencias están mejorando en el tercer trimestre, con una clara recuperación de la actividad comercial en nuestros mercados clave. Estamos creciendo en facturación respecto al trimestre anterior. Además, continuamos optimizando el flujo de caja operativo y avanzamos en línea con nuestro objetivo”, dijo.

En el desglose de sus cuatro mercados principales, la facturación en el mercado interno de España ha disminuido un 4,3% hasta los 3.100 millones de euros, debido a la reducción en los ingresos por itinerancia, aunque se ha visto impulsada por la adopción de fibra.

En el Reino Unido, los ingresos alcanzaron los 1.600 millones de euros, ligeramente por debajo de los 1.800 millones de euros anteriores, Brasil cayeron a de 2.500 a 1.700 millones de euros y Alemania se mantuvo estable en 1.800 millones de euros.

Alianza con Allianz

Por separado, la compañía también ha confirmado un acuerdo con Allianz Group para crear a partes iguales una empresa conjunta que prestará servicios de fibra a los hogares alemanes.
En un comunicado, las dos empresas indican que tienen como objetivo desplegar fibra en dos millones de hogares en áreas rurales y semirrurales, comprometiéndose una inversión de 5.000 millones de euros.