Orange ha hecho público el nuevo plan estratégico que aplicará de aquí al año 2025, destinado a generar más valor a partir de sus activos básicos, frente a los retos financieros cada vez más dificultosos que se plantean en un momento que, según Christel Heydemann (en la foto, a la izquierda), supone una encrucijada para el sector.

Heydemann ha dado a conocer el plan estratégico “Lead the Future” (“Guiar el futuro”) en el mismo día en que Orange ha presentado sus resultados del cuarto trimestre de 2022 y ha celebrado su Jornada para los Mercados de Capitales. Según la consejera delegada del grupo francés, el nuevo plan refleja la calidad de las infraestructuras y la solidez financiera de la operadora, que le otorgan una posición singular en el sector.

Cabe decir que la primera etapa de Heydemann al frente de la empresa ha sido un éxito, puesto que Orange considera que ha alcanzado todos sus objetivos financieros para 2022. Pero la consejera delegada ha señalado que la operadora “no subestima las dificultades del sector y del entorno” ni, como consecuencia, la necesidad de “transformar la empresa para lograr una mayor agilidad”.

Liderazgo para el futuro
El plan estratégico consta de cuatro pilares: generación de ingresos, capitalización del negocio actual, transformación y crecimiento.

Orange prevé mejorar la calidad del servicio mediante el despliegue de IA y se ha fijado como meta el lanzamiento de un servicio por satélite de nueva generación en Francia, en alianza con Eutelsat, durante el año 2023.

La operadora confía en que la propuesta de fusión con MásMóvil en España y la adquisición de una participación mayoritaria de VOO en Bélgica aporten la capacidad financiera y la escala necesarias para competir, y en términos más generales pretende crear nuevos servicios y aplicaciones, como por ejemplo redes empresariales a la carta.

El segundo pilar consiste en una inversión continuada en redes fijas y móviles, con la intención de establecer alianzas estratégicas para compartir las redes de radio y crear entidades conjuntas que asuman conjuntamente los costes financieros y garanticen la inversión.

En el apartado de telefonía móvil, Orange planea incrementar el valor generado por las infraestructuras pasivas gestionadas por Totem, su filial especializada en torres, de la que ha dicho que dispone de “todas las cualidades necesarias para ser un actor clave en la consolidación europea”.

Orange también planea la modernización de sus redes fijas y móviles, y prevé desmantelar su red nacional de cobre, junto con las redes 2G y 3G en toda Europa, para 2030.

También buscará el crecimiento en el segmento empresarial. Se centrará en la nube y en el software colaborativo a fin de aprovechar “las nuevas realidades de un mercado en el que están desapareciendo las fronteras entre redes y servicios digitales”.

En el marco de dichas transformaciones, la división Orange Business Services pasará a llamarse Orange Business. La firma también aspira a convertirse en líder en ciberseguridad y se ha fijado el objetivo facturar 1.300 millones de euros para 2025.

Por último, quiere seguir reforzando su posición en África y Próximo Oriente. En esta región, se ha propuesto un objetivo de crecimiento anual de ingresos del 7% entre 2022 y 2025, junto con un aumento significativo de la rentabilidad.

Heydemann añade que prevé “compensar el 70% del impacto de la inflación sobre nuestros costes mediante aumentos de precios en 2023” en Europa, Francia incluida.

Cifras del cuarto trimestre
Los ingresos han registrado un incremento interanual del 1,3% hasta alcanzar los 11.400 millones de euros, gracias al impulso de los servicios minoristas, que han crecido en un 2,5%.

En Francia la cifra se ha mantenido invariable en 4.700 millones de euros, mientras que la división europea ha experimentado un incremento del 2,1% hasta situarse en 2.900 millones de euros, gracias a la oferta en convergencia, B2B e itinerancia.

África y Próximo Oriente han crecido en un 5,7% hasta 1.800 millones de euros, gracias a los datos móviles y la banda ancha fija.

El apartado empresarial se ha mantenido estable en 2.100 millones de euros y los ingresos de Totem han crecido en un 25% hasta los 188 millones.

Los clientes de telefonía móvil han aumentado en un 5,9% hasta sumar 241,9 millones. La firma ha cerrado el 2022 con 11,6 millones de usuarios de servicios convergentes.

Los beneficios netos de todo el ejercicio han pasado de 778 a 2.600 millones de euros, sobre una facturación que se mantienen estable en los 43.500 millones de euros.