La Comisión Europea (CE) ha abierto una investigación en profundidad sobre la propuesta de fusión entre la filial española de Orange y MásMóvil, alegando preocupaciones preliminares sobre un posible aumento de los precios al consumo y sobre un impacto negativo en el sector mayorista.

Al anunciar la medida, el organismo regulador ha resumido las conclusiones de su examen preliminar de la transacción: teme que la presencia de un número menor de operadoras en el mercado ocasione una subida de precios y un descenso en la calidad del servicio.

La CE señala que, de acuerdo con su evaluación inicial, la fusión eliminaría un “rival innovador y significativo” en España.

También juzga posible que la entidad resultante de la fusión disponga de “la capacidad y los incentivos necesarios para restringir el uso de los servicios de acceso a redes fijas y móviles mayoristas por parte de las operadoras virtuales”.

En su opinión, dicha circunstancia restringiría la capacidad de competir de las operadoras móviles virtuales y de sus homólogas en telefonía fija, con lo que aumentarían los precios al consumo.

Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la CE para políticas de competencia, explica que MásMóvil “ha competido con éxito contra Orange y otras operadoras durante los últimos años”.

Vestager añade que la CE quiere “garantizar que los consumidores españoles sigan disfrutando de servicios de telecomunicaciones asequibles y de elevada calidad, incluidos los de operadoras virtuales que precisan de acceso mayorista competitivo a redes fijas y móviles, a fin de ofrecer sus servicios en los mercados de telecomunicaciones minoristas.”

Antes de que el acuerdo entre MásMóvil y Orange para fusionar sus respectivas divisiones españolas se diera a conocer, los medios de comunicación habían especulado durante un tiempo sobre posibles fusiones y adquisiciones en el mercado, en un contexto en el que las principales operadoras se lamentan por la dureza de la competencia en España.