Borje Ekholm, consejero delegado de Ericsson, ha comunicado mediante teleconferencia que ya se ha notificado el despido a los 400 empleados que la firma tiene en Rusia, en el marco de su plan de finalización de operaciones en dicho país.

En palabras del directivo, “les hemos explicado el proceso de liquidación y abandonarán la organización por etapas en un proceso que terminará a finales de 2022”.

Ekholm ha aprovechado una presentación conjunta, compartida con directivos de Vonage, para desmentir la información “engañosa” aparecida en ciertos medios de comunicación suecos que han afirmado que Ericsson ha continuado vendiendo equipamiento a Rusia tras el inicio de la guerra con Ucrania.

Ericsson anunció la suspensión indefinida de sus operaciones comerciales en Rusia en el mes de abril, pero, según Ekholm, se trata de un “asunto muy complejo, porque las redes de telecomunicaciones son una infraestructura crucial”.

Las autoridades suecas y de la Unión Europea han concedido exenciones limitadas para que Ericsson y otras empresas presten la asistencia técnica y el software necesarios en el mantenimiento de las redes de telecomunicaciones civiles.

El director general de Ericsson ha explicado que dichas exenciones cesarán a finales de año y que son “coherentes con nuestras obligaciones en el plano humanitario”.

“Los gobiernos occidentales no dudan de la importancia de mantener el acceso a Internet y el flujo de información que llega al pueblo de Rusia.”

“Por ello, hemos estado proporcionando el apoyo necesario para mantener en funcionamiento las redes civiles, dentro de los términos marcados por las sanciones actuales.”