La operadora de satélites Inmarsat ha cerrado un acuerdo con la firma aeroespacial suiza Swissto12 para el desarrollo de satélites de octava generación. Dichos satélites, cuyo lanzamiento se prevé para 2026, se destinarían a prestar servicios de seguridad y colaborar con servicios de seguimiento de emergencias.

Inmarsat ha anunciado que tres nuevos satélites de pequeñas dimensiones, del modelo Inmarsat-8 (I-8), garantizarán el futuro de su servicio mundial de seguridad sobre la banda L y proporcionarán una mayor robustez a la red. Así complementarán la constelación ya existente, junto a los dos satélites de la generación I-6 lanzados en diciembre de 2021 y febrero de 2023 respectivamente.

Los satélites I-8 se servirán de la plataforma de satélites HummingSat de Swissto12, tecnologías de impresión 3D y productos especializados de RF y carga útil, con la finalidad de desarrollar y fabricar satélites geoestacionarios (conocidos por las siglas inglesas GEO).
Los lanzamientos se efectuarán mediante una nueva clase de vehículos espaciales producidos por Swissto12.

Inmarsat señala que sus I-8 son hasta cinco veces más pequeños que los satélites GEO convencionales, con un volumen de 1,5 metros cúbicos.
La operadora explica que en marzo terminaron las pruebas con el primer I-6 y que ya están funcionando servicios comerciales en banda Ka en la región de Asia-Pacífico. Inmarsat prevé empezar a añadir capacidad en banda L y transferir servicios al satélite en lo que queda de año.

Se espera que el satélite I-6 lanzado en febrero entre en servicio operativo para Europa, África y gran parte de América a principios de 2024.

Mediante los nuevos satélites I-8 se podrán ofrecer servicios mundiales de SBAS (siglas inglesas de Sistema de Amplificación con Base en Satélites), por ejemplo a controladores aéreos y guardacostas, con sistemas que efectúan un seguimiento preciso mediante conectividad por satélite, infraestructura terrestre y software.

Esto puede ayudar a los servicios de emergencia a llegar con mayor rapidez a embarcaciones en peligro y facilitar varios casos de uso industrial.

En palabras de Peter Hadinger, director técnico de Inmarsat, “los I-8 no servirán tan sólo para reforzar nuestras capacidades actuales de cara al futuro, sino que aportarán innovaciones cada vez más avanzadas en seguridad, como por ejemplo el SBAS, que en última instancia contribuirá a salvar un número mayor de vidas”.

En el momento actual, Inmarsat es objeto de una oferta de adquisición por parte de su rival Viasat, que ha solicitado la autorización reglamentaria para dicha transacción.