Google no se ha librado de la multa de más de 4.000 millones de euros que la Comisión Europea (CE) le impuso por abusos relacionados con la posición dominante de su plataforma Android, a pesar de haber recurrido contra dicha sanción.

En una sentencia publicada con fecha de 14 de setiembre, el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha resuelto que el dictamen de la CE contra Google por abusar de su posición de predominio es justo, si bien ha efectuado una pequeña reducción en la multa, que pasará de 4.300 a 4.100 millones de euros.

La revisión efectuada por el tribunal “confirma en gran medida” la conclusión de la CE de que “Google impuso restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos móviles Android” y a las operadoras de red “a fin de consolidar la posición dominante de su buscador”.

Google dispone de dos meses y diez días para presentar un recurso ante el Tribunal de Justicia Europeo (TJUE) contra esta última decisión.

La CE emprendió su actuación inicial tras una investigación de tres años motivada por la exigencia de Google a los fabricantes de dispositivos para que incluyeran en estos las aplicaciones de la propia empresa.

Por ahora, Google no ha conseguido anular dos de las tres multas impuestas por la CE, que suman más de 8.000 millones de euros.

La empresa también recurrió la multa de 1.500 millones de euros que la CE le impuso en 2019 por bloquear anuncios de rivales como Yahoo y Microsoft.

Google se enfrenta a varias investigaciones y multas en todo el mundo. En agosto, las autoridades australianas le impusieron una sanción de 60 millones de dólares australianos (unos 40 millones de euros) por una cuestión relacionada con datos de localización.

En julio, Rusia multó a Google con 21.100 millones de rublos (casi 350 millones de euros) por no haber eliminado contenido que el gobierno consideraba ilegal.

Google también ha accedido a crear un fondo de 90 millones de dólares (unos 90 millones de euros) como fruto de un acuerdo extrajudicial para resolver una disputa legal con los desarrolladores estadounidenses de aplicaciones Android sobre las ganancias de estos últimos.

Además, a principios de 2021 Google aceptó pagar una multa de 220 millones de euros y modificar sus prácticas a raíz de una investigación del organismo que regula la competencia en Francia.