Ren Zhengfei (en la foto, a la derecha), fundador y consejero delegado de Huawei, advierte de que las varias restricciones impuestas por Estados Unidos harán disminuir en 30.000 millones de dólares (unos 26.720 millones de euros) la cuenta de resultados de la empresa durante los próximos dos años, y que sus ingresos se quedarán en 100.000 millones de dólares (unos 89.000 millones de euros) durante el año en curso.

El directivo ha explicado que “hacia 2020 empezaremos a recuperar el impulso de crecimiento. Introduciremos un montón de cambios y necesitaremos tiempo para volver a remontar, pero después nos volveremos aún más fuertes.”

La firma facturó 721.000 millones de yuanes (unos 92.724 millones de euros) en 2018 y había previsto un incremento del 15-25% para este año. Pero ahora empieza a notar las consecuencias de que Estados Unidos la haya incluido en una lista negra y pronostica que los ingresos se mantendrán estables en 2020.

Ren ha insistido en que, a pesar del declive, la firma no reducirá su inversión en I+D y que tiene planes para “reinventarse”.

También ha confirmado que sus ventas internacionales de smartphones se han reducido en un 40% desde que se anunció la prohibición en Estados Unidos, y que este año podría sufrir una reducción de 40-60 millones de unidades, pero señala que las ventas aún son fuertes en China.

Durante un coloquio celebrado en la sede de Shenzhen, Ren ha expresado su convicción de que las medidas extremas y de gran alcance adoptadas por Estados Unidos tienen motivaciones políticas.

El directivo reconoce que algunas empresas podrían evitar la colaboración con Huawei, pero afirma que “no acabarán con nosotros” e indica que no es la peor situación en la que se ha encontrado su empresa. “La fundación de Huawei tuvo lugar en tiempos mucho más difíciles que los actuales.”

También ha comentado la decisión de ciertas universidades estadounidenses de interrumpir toda relación con Huawei en I+D, señalando que en el mundo hay muchas otras instituciones con las que la firma puede trabajar.

Necesidad de apertura

Ren ha argumentado que el planeta tiene que buscar una cooperación abierta. Explica que se trata de “un tema fundamental y es el único camino que se puede seguir”.

Nicholas Negroponte (en la foto, segundo desde la derecha), fundador del MIT Media Lab, asevera que la situación actual es el “momento Sputnik” de Huawei. Señala que en la década de 1980 las firmas japonesas afrontaron una reacción similar por parte de Estados Unidos. “Si vamos en direcciones distintas, será una verdadera lástima.”

George Gilder (en la foto, segundo a la izquierda), inversor de capital riesgo y tecnólogo, afirma que Estados Unidos se resentiría de una ruptura entre los diferentes actores tecnológicos.

Ren explica que tanto Estados Unidos como China sufrirían por dicha ruptura y que nadie ganaría nada con ello.

Gilder advierte de que Estados Unidos comete un error terrible y de que debería llegar a un acuerdo con Huawei. Según dicho tecnólogo, es probable que Huawei se halle en la posición más favorable para corregir una “arquitectura de Internet catastróficamente insegura”.

Ren añade que ha asignado 150.000 millones de dólares (unos 133.600 millones de euros) para remodelar la arquitectura de la red y hacerla más sólida.

Cuando se le pregunta por la posibilidad de que Huawei se sirva de su propiedad intelectual como instrumento de presión, responde que la firma ha trabajado con ahínco para desarrollar patentes y que tiene sentido que ahora busque acuerdos de licencias cruzadas, pero también que “no será tan agresiva como Qualcomm”.

Según Negroponte, es obvio que los ataques de Huawei no tienen nada que ver con la seguridad nacional de Estados Unidos, porque el propio presidente Donald Trump ha manifestado que podría retirar las sanciones en caso de que se cerrara un acuerdo comercial con China.

“Con la seguridad nacional no se negocia. La motivación tiene que ser otra. Esta guerra comercial tiene que acabar y pienso que ya no falta mucho para que termine.”