La filial húngara de del gigante industrial Bosch Group se ha asociado con Vodafone Hungría, ahora propiedad de 4iG, para probar el uso de la 5G en sistemas de ayuda a la conducción, utilizando una red privada en las instalaciones de Bosch en Budapest.
La operadora ha explicado en una declaración que el proyecto se desarrollará a lo largo de ocho meses a partir de octubre y tendrá como objetivo investigar el uso de la tecnología 5G como apoyo al desarrollo de vehículos y asistencia a los conductores.

La antigua filial del grupo Vodafone añade que las pruebas se realizarán con vehículos en una variedad de condiciones simuladas y sobre diferentes superficies de carretera.

Además de estudiar los avances técnicos, los ingenieros del proyecto evaluarán el uso de los datos telemétricos recogidos en la prueba piloto.

En una declaración que se ha publicado en las redes sociales, Matyas Dobo, director de la división de negocio empresarial de Vodafone Hungría, afirma que “unas redes 5G fiables y rápidas, con mínima latencia, facilitarán la conducción autónoma y el desarrollo de ciudades inteligentes”, y explica que su proyecto supondrá un “desarrollo decisivo junto con un socio experimentado tanto en el sector de la automoción como en el de la fabricación”.
Hace tiempo que se habla de la industria automotriz como de un sector industrial vertical prioritario para la 5G, en el que varias operadoras de todo el mundo están evaluando diferentes casos de uso, como por ejemplo vehículos teledirigidos y funciones de conducción automatizada.