ASML, el fabricante holandés de chips, ha suscrito una carta de intenciones para la ampliación de su negocio en la ciudad de Eindhoven, con la intención de poner fin a las especulaciones sobre un eventual traslado al extranjero.

La empresa explica que ha llegado a un acuerdo con el municipio para una posible ampliación, que le permitiría acoger a unos 20.000 nuevos empleados en una zona poco desarrollada del norte de Eindhoven.

Monique Mols, representante de la firma, ha explicado a Bloomberg que la decisión definitiva de seguir o no adelante con la ampliación depende de “algunos puntos cruciales”.

La noticia se ha dado a conocer un mes después de que el gobierno neerlandés esbozara planes para gastar unos 2.500 millones de euros en las infraestructuras de la región, en el marco de varias operaciones destinadas a convencer a ASML para que no traslade sus operaciones al extranjero.

Roger Dassen, director financiero, explica en la carta que ASML prefiere mantener sus operaciones principales en los Países Bajos y lo más cerca posible de las ubicaciones ya existentes. Su sede se halla en la ciudad vecina de Veldhoven.

Dassen acoge con satisfacción la promesa de inversión del gobierno, e indica que también considera factores clave la disponibilidad de talento, la infraestructura y un clima de inversión positivo.

ASML es la empresa más grande de los Países Bajos, así como una de las principales firmas tecnológicas europeas. La firma acaparó titulares hace poco, porque el gobierno holandés, debido a las presiones de Estados Unidos, le revocó una licencia de exportación que cubría el envío de determinados tipos de equipamiento a China.