Cristiano Amon (en la foto), presidente y consejero delegado de Qualcomm, ha acogido con satisfacción las iniciativas de las autoridades estadounidenses y europeas para abordar los problemas de la cadena de aprovisionamiento que afectan a la industria de producción de chips. En su opinión, dichos problemas habrían surgido con independencia de la pandemia de Covid-19.

Amon ha explicado en su ponencia que la industria se dirigía de todos modos a una debacle, debido a un incremento en la demanda de conectividad por parte de una gama de sectores cada vez más amplia. Así, por ejemplo, las industrias de automoción, electrónica de consumo, smartphones “y muchas otras de las que apenas recordamos que usan semiconductores”.

El director de Qualcomm opina que dicha demanda constituye “un testimonio de lo importantes y esenciales que se han vuelto los semiconductores para el futuro económico de todos los países e industrias”, y que la presión que la Covid-19 ha ejercido sobre la cadena de aprovisionamiento no ha hecho más que acelerar la necesidad de cambiar el funcionamiento de la industria de fabricación de chips.

Señala que, a causa de la crisis, se ha cobrado conciencia de la necesidad de construir una cadena de aprovisionamiento resistente y diversificada geográficamente.

Amon ha insistido en que tenemos que entender que dicho “nivel de consumo de semiconductores” se ha producido antes de que la industria sintiera el crecimiento de la demanda alentado por la transformación digital, lo que implica una “necesidad de que los fabricantes de semiconductores inviertan en capacidades mucho mayores”.

Ha destacado que la industria y los gobiernos ya responden a dicha necesidad mediante iniciativas para impulsar la I+D y la producción de chips, y ha citado como ejemplos la European Chips Act, el programa de 11.000 millones de euros presentado hace poco por la Comisión Europea, así como la iniciativa Chips for America del gobierno de Estados Unidos.

“En tanto que industria, nos anima saber que Estados Unidos y Europa van a colaborar, pues creo que el trabajo conjunto incrementa las posibilidades de alcanzar el objetivo final de que al menos el 50% de la fabricación de semiconductores se realice en esas dos regiones.”

Amon señala que, con todo, Qualcomm aún experimenta “más demanda que oferta”, y pronostica que la situación empezará a mejorar durante el segundo semestre.