Donald Trump (en la foto), presidente de Estados Unidos, ha prorrogado por un año la prohibición de que las empresas de su país adquieran tecnología o servicios de telecomunicaciones a organizaciones consideradas peligrosas para la seguridad nacional. Se suele entender que dicha medida apunta sobre todo contra la firma china Huawei.

En el decreto presidencial, Trump afirma que la “adquisición o uso sin restricciones” de equipamiento desarrollado por “adversarios” extranjeros “sigue planteando una insólita y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional, política exterior y economía de Estados Unidos”.

El decreto original se promulgó en mayo de 2019. Si bien no mencionaba a Huawei, la medida se adoptó al mismo tiempo que el Departamento de Comercio agregaba a dicho fabricante a una lista de empresas que no pueden adquirir componentes a firmas estadounidenses, salvo con una licencia especial.

El Departamento de Comercio concedió entonces un aplazamiento por el que las firmas estadounidenses podían seguir comerciando con Huawei. La última prórroga de dicho período de gracia expirará el 15 de mayo, si bien Reuters informa de que se prevé una nueva prolongación.

En fecha reciente, el mismo Departamento efectuó consultas para decidir si convenía aplazar de nuevo la aplicación de la prohibición.

Así mismo, el presidente Trump firmó en marzo un proyecto de ley que obligaría a las operadoras de Estados Unidos a reemplazar el equipamiento proveniente de empresas consideradas peligrosas para la seguridad nacional y prohibiría a la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones, un organismo regulador estadounidense) subvencionar la compra de equipamiento a dichas firmas.