EN VIVO DESDE MOBILE 360 LATIN AMERICA, CIUDAD DE MÉXICO: Representantes del gobierno mexicano y del regulador de telecomunicaciones IFT se han comprometido a abordar los problemas que dificultan el despliegue de servicios móviles de alta calidad en todo el país, con el objetivo final de brindar acceso universal en un plazo de cinco años.

Durante la sesión de apertura, el secretario de Comunicaciones y Transportes de México, Javier Jiménez Espriu (en la foto) ha reconocido los problemas políticos y locales planteados por la industria móvil del país, que son considerados como obstáculos para los despliegues de red.

“Lograr la conectividad universal dentro de cinco años es un gran desafío”, ha declarado Jiménez, comprometiéndose a colaborar con las operadoras y con otras partes implicadas de la industria del móvil para abordar las “dificultades políticas” y la burocracia a las que se enfrentan.

“Junto con todos ustedes, trabajaremos para encontrar métodos justos para ampliar la cobertura”, ha agregado, señalando también que la política de conectividad universal en el país forma parte del objetivo del gobierno de crear una “cultura moderna, inclusiva y humanista”.

Cuestiones locales

En el curso de la misma sesión, Gabriel Oswaldo Contreras, comisionado presidente del IFT (foto de la derecha), ha planteado los desafíos a los que se enfrentan las operadoras del país.

Contreras ha indicado que las “futuras telecomunicaciones hiperconectadas” que la 5G traerá consigo afectarán a todos los elementos de la vida de las personas y por ello es vital que nadie se quede atrás, aunque aún quedan desafíos importantes.

“Uno de los desafíos más importantes son las barreras a nivel local”, ha agregado, señalando las dificultades para acceder a los emplazamientos y otros problemas geográficos. “Muchas veces tenemos que superar obstáculos locales y legales. Otras tenemos que luchar contra la corrupción “.

Según Contreras, ni siquiera en los mercados más desarrollados la economía justificaría proporcionar un 100% de conectividad, lo cual hace evidente la importancia de la participación de las autoridades y otras industrias.

“Necesitamos millones y millones de inversiones y el mercado no es suficiente”, ha agregado. “La regulación de las telecomunicaciones no debe ser como era hace diez años, ya que las partes interesadas tampoco son las que eran hace diez años”.