La GSMA ha llegado a un acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas inglesas) para colaborar en el desarrollo de nuevas tecnologías de redes terrestres y satelitales, a fin de lograr una mejor integración con las redes 5G y las futuras redes 6G.

El Memorando de Intenciones firmado por ambas partes se centra en reforzar la competitividad de las industrias de redes móviles y satelitales mediante la creación de un ecosistema que acelere el desarrollo de nuevas tecnologías complementarias para empresas y clientes.

En la práctica, las dos partes colaborarán compartiendo conocimiento, ideas y resultados de ensayos. La clave de la alianza será el acelerador de innovación GSMA Foundry, una iniciativa que reúne a operadoras de telefonía móvil y a la industria tecnológica en general, y ayuda a sus miembros a “forjar el futuro digital mediante el rápido desarrollo de soluciones a los retos de la industria en el mundo real”.

GSMA Foundry colaborará con el 5G/6G Hub de la ESA, con sede en el Centro Europeo de Aplicaciones Espaciales y Telecomunicaciones de la organización en Oxford, que reúne a la industria espacial en torno a “programas innovadores”.

Por su parte, GSMA Intelligence, la división de investigación y análisis de la asociación industrial, contribuirá mediante estudios e información.

Según las conclusiones más recientes, una mayor adopción e integración de las tecnologías satelitales por parte de la industria de las comunicaciones podría llegar a generar ingresos de 35.000 millones de dólares (unos 31.153 millones de euros) de aquí a 2035.

Alex Sinclair (en la foto, a la derecha), director técnico de la GSMA, afirma que la colaboración con la ESA y con el ecosistema en general podría acelerar “el inmenso potencial que las redes de telecomunicaciones terrestres y por satélite pueden ofrecer a consumidores y empresas cuando estén conectados más estrechamente”.

El Memorando de Intenciones se ha dado a conocer poco después de que el Gobierno británico anunciara que destinaría una partida de 20 millones de libras esterlinas (unos 23 millones de euros) a financiar el desarrollo de futuras tecnologías de telecomunicaciones y proyectos de conectividad aérea, drones incluidos.