Google, propiedad de Alphabet, ha acusado a Microsoft de prácticas anticompetitivas en el sector de la computación en la nube y ha instado a la Unión Europea a inspeccionar los acuerdos de dicha firma con diversos proveedores. La acusación ha agravado aún más la creciente rivalidad entre ambas empresas.

Amit Zavery, vicepresidente de Google Cloud, ha declarado a Reuters que Microsoft recurre a prácticas anticompetitivas en computación en la nube y restringe las posibilidades de elección del cliente al vincular los productos Office 365 y Windows a su servicio Azure.

Tales declaraciones se producen poco después de que los organismos reguladores de Estados Unidos y el Reino Unido pusieran bajo la lupa al conjunto de sector, dado que las empresas que trasladan sus operaciones a la nube son cada vez más numerosas.

Microsoft se ha ofrecido recientemente a modificar sus prácticas en la nube en relación con rivales de menor tamaño, en un intento de evitar denuncias por prácticas anticompetitivas y, en última instancia, una investigación de la UE.

Sin embargo, Zavery argumenta que los acuerdos alcanzados con pequeños proveedores europeos de servicios en la nube tan sólo benefician a la propia Microsoft y, en cierta manera, “compran a los que se quejaban, sin poner esas mismas condiciones a disposición de todo el mundo”.

Afirma que “esto supone una ventaja injusta para Microsoft y en cualquier caso ata a Microsoft a los mismos que se quejaban”.

En una declaración dirigida a los organismos reguladores, Zavery añade que el caso debería analizarse de manera “holística” y que un acuerdo sobre actualización de condiciones entre un par de proveedores “no resuelve el problema general”.