Samsung explica que sus ingresos han descendido durante el segundo trimestre de 2018 y que sus beneficios han dejado de crecer, en un contexto de preocupación por las ventas de los smartphones de gama alta.

Los datos orientativos publicados por la firma para el segundo trimestre –en los que faltan los detalles del informe completo– indican que la facturación ha sido de 58 billones de wons surcoreanos (unos 44.370 millones de euros), frente a los 61 billones (unos 46.660 millones de euros) del período equivalente de 2017 y los 60,56 billones (unos 46.324 millones de euros) del primer trimestre de 2018.

Los beneficios operativos de 14,8 billones de wons surcoreanos (unos 11.321 millones de euros) representarían un incremento interanual frente a los anteriores 14,07 billones (unos 10.763 millones de euros), pero suponen un descenso respecto a los 15,64 billones de wons surcoreanos (unos 11.965 millones de euros) del primer trimestre. El Financial Times explica que es el primer descenso en beneficios durante siete trimestres.

Si bien Samsung no complementa las cifras con información adicional, no es ningún secreto que el mercado de smartphones no se halla en un período de crecimiento sólido, sobre todo en la gama alta. Aunque su dispositivo emblemático actual, el Galaxy S9, empezó con buenas ventas, parece haber perdido fuerza.

En muchos sentidos, el Galaxy S9 se puede considerar una versión mejorada de un producto anterior de la propia Samsung, porque desarrolla los fundamentos establecidos con el Galaxy S8 de 2017. La firma convocará un acto para principios de agosto en el que presentará su próximo dispositivo emblemático marca Note, con el que quiere reactivar las ventas a finales de 2018.

El difícil mercado del smartphone también ha obligado a Samsung a gastar más dinero en márketing, con lo que ha descendido la rentabilidad.

Bloomberg apunta a que el negocio de componentes de Samsung –que a menudo se beneficia del buen comportamiento del mercado de smartphones, más allá de los productos de la propia firma– se ha visto afectado porque las ventas de pantallas OLED a Apple han sido más bajas de lo que se esperaba. El crecimiento de los precios de los chips también se modera.

Por lo que respecta a los componentes, el informe apunta a que Samsung podría beneficiarse de la guerra comercial entre China y los Estados Unidos, porque la firma surcoreana ofrece una alternativa a las empresas de ambos bandos.