El Instituto Federal de Telecomunicaciones, organismo responsable de la regulación de las telecomunicaciones en México, confirma que ha adjudicado un título de concesión al consorcio Altán para construir una red 4G compartida en el país y explotarla durante 20 años.

Dicho consorcio, que cuenta con el respaldo de inversores estadounidenses y chinos, de la operadora televisiva mexicana Megacable y de la operadora de telecomunicaciones mexicana Axtel, ganó en noviembre la prolongada licitación por dicha red, después de que su único competidor resultara descalificado por no haber presentado suficientes avales.

El título adjudicado por el Instituto Federal de Comunicaciones otorga a Altán una concesión por un período de 20 años para construir y gestionar una red 4G, concebida en un principio para promover la competencia y socavar la posición dominante de América Móvil en el país. Las empresas más pequeñas podrán alquilar cobertura y capacidad en la nueva infraestructura de 4G.

El organismo regulador ha declarado que el título de concesión adjudicado a Altán autoriza al consorcio a “explotar bandas de frecuencia en el espectro de radio para su uso comercial con alcance nacional” en las franjas de 703 MHz a 748 MHz y de 758 MHz a 803 MHz.

Ahora, por fin, Altán podrá emprender la construcción de la red, después de que la licitación se demorara en varias ocasiones.

Su competidor en la licitación, un consorcio integrado por Rivada Networks y Spectrum Frontier, resultó descalificado por no haber presentado a tiempo un aval de 52.000 millones de dólares (unos 48.300 euros).

Altán disponía de 750 millones de dólares (unos 700 millones de euros) en el momento de ganar la licitación. Según una publicación previa de Reuters, el consorcio dice tener planes para que su red cubra al 92% de la población en siete años.