La demanda del iPhone 8, que salió a la venta el 22 de septiembre, podría verse perjudicada por las escasas mejoras visibles que ofrece en comparación con su predecesor, y por la proximidad del lanzamiento del iPhone X de la propia Apple.

Las ventas también podrían verse perjudicadas por la falta de promoción del iPhone 8 y del iPhone 8 Plus por parte de las operadoras, y porque los dispositivos cuestan, respectivamente, 40 y 10 euros más que sus predecesores iPhone 7 y iPhone 7 Plus.

Neil Cybart, analista de Above Avalon, ha declarado al Financial Times (FT) que “la demanda ha descendido respecto al último año, por el sencillo motivo de que existe otro teléfono emblemático. Una parte de la demanda que debería acompañar al lanzamiento del iPhone todavía no se ha materializado”.

El iPhone X, que se vende por 1.159 euros, ofrece una renovación mucho mayor, con pantalla modernizada, funcionalidades de cámara avanzadas y sistema de reconocimiento facial, mientras que los iPhone 8 son muy parecidos a los iPhone 7. Cybart ha llegado al punto de decir que las ventas del primer fin de semana serán las más bajas desde el lanzamiento del iPhone 6 en 2014.

Walt Piecyk, analista de tecnología y telecomunicaciones de BTIG Research, ha indicado al FT que “la falta de promociones de las operadoras y la atención suscitada por el iPhone X han atenuado las expectativas de los inversores para el día del lanzamiento”.

Añade que “este año las operadoras de móvil han retirado sus promociones y no parece que dicha circunstancia vaya a cambiar cuando salga el iPhone X”.

Por otra parte, Jun Zhang, director gerente y responsable de China Equity Research de Rosenblatt Securities, afirma en una nota a los clientes que el volumen de los pedidos de iPhone 8 en los Estados Unidos se encuentra por debajo de los de iPhone 6 y iPhone 7, y que la demanda en China es todavía más baja.

Una investigación realizada en el mercado chino por Rosenblatt Securities pone de relieve que JD.com ha recibido 1,5 millones de pedidos de iPhone 8 durante los tres primeros días, frente a los 3,5 millones del iPhone 7.

Una situación poco clara

Las estimaciones sobre el interés de los clientes siempre son aventuradas, porque Apple fomenta los pedidos anticipados en su web hasta una semana antes de que empiecen las ventas propiamente dichas, en vez de formar largas colas frente a sus tiendas.

Es más, el FT afirma que Apple también ha dejado de anunciar las cifras de ventas correspondientes a los fines de semana de lanzamiento. No podemos saber si el iPhone 8 supondrá un incremento en las ventas del iPhone durante el trimestre natural en curso.

Con todo, Pieyck observa que “las subidas de precios en el iPhone 8 y en el X deberían reducir el impacto del incremento de las ventas de unidades sobre los beneficios de Apple”.

Morgan Stanley también aporta un punto de vista positivo. Entiende que “una marca ambiciosa, unos clientes muy leales y un dólar estadounidense más débil han hecho posible que Apple incrementara los precios sin perjudicar a la demanda”.

Previamente, varios analistas habían declarado a Mobile World Live que el anuncio simultáneo de iPhone X y de iPhone 8 y 8 Plus permitiría a la empresa introducir nuevas tecnologías en la gama sin arriesgarse a perder su clientela base.

Por otra parte, Apple también tiene problemas con el reloj Watch. Un estudio de Canalys concluye que el 68% de los usuarios de iPhone actuales en todo el mundo no podrán usar el nuevo Apple Watch Series 3 en una red móvil, lo que implica que el dispositivo se venderá en un “mercado limitado”.