Quizá debamos entenderlo como un indicador de su impacto, o quizá no, pero en tan solo una semana cuatro personas distintas (y no zumbadas por la tecnología) me han mandado un vídeo de Sundar Pichai (en la foto), consejero delegado de Google, en plena demostración de Duplex.

Numerosas personas han subido a YouTube la breve escena de cuatro minutos, que en total ya cuenta con millones de visualizaciones.

Sin duda alguna, el debut mundial de Google Duplex, una nueva funcionalidad de conversación basada en inteligencia artificial con la que Google Assistant puede llamar a comercios y empresas en representación del usuario, es lo que ha suscitado mayor interés durante la edición de 2018 del congreso anual I/O organizado por la firma.

Durante la demostración –por si usted aún no la ha visto–, el Assistant de Google imitaba con éxito la voz humana, pronunciaba interjecciones como “hum” y “ah”, y efectuaba pausas apropiadas al conversar con los humanos que se hallaban al otro extremo de la línea telefónica (sí, si hablo de IA en este blog, tengo que especificar cuándo me refiero a humanos de verdad).

En una de las dos llamadas de teléfono pregrabadas y exhibidas por Pichai, Assistant lograba concertar una cita en la peluquería en nombre de un usuario inexistente durante una conversación de un minuto. La segunda llamada demostraba que la IA era capaz de adaptarse al lenguaje cotidiano y comprender sus dificultades al reservar mesa para una cena.

Lo más importante –y después volveremos sobre ello– es que los humanos que se hallaban al otro extremo de la línea no parecían darse cuenta de que hablaban con un bot.

 

Uso en el mundo real

Pienso que la demostración fue un indicador de los casos de uso en el mundo real que puede ofrecer un asistente inteligente, trátese del Assistant de Google, del Alexa de Amazon o del Siri de Apple.

Hace tan solo dos meses, escribí un artículo en el que comentaba los retos a los que deberán enfrentarse los altavoces inteligentes para ir más allá del “factor novedad” y demostrar que no sirven tan solo para informar sobre el tiempo, o cantar una canción, a través de un medio potente como es la voz.

Duplex, que todavía se halla en fase de elaboración, demuestra cómo el Google Assistant puede utilizar el software WaveNet de DeepMind. En el desarrollo de dicho software se ha buscado que conozca distintos estilos de conversación, y que comprenda e imite los sonidos humanos. El objetivo del software es conseguir que las personas tengan “conversaciones naturales” con dicha tecnología.

Y la belleza de Duplex radica en que parece capaz de llevar a cabo tareas mediante la recopilación de datos procedentes del usuario y el aprovechamiento de los mismos.

En teoría, permite que la persona que quiere concertar una cita, o hacer una reserva, no tenga que abandonar la ocupación de ese momento.

Al fin y al cabo, hace años que oímos hablar de ello, ¿verdad? Gracias a la IA, podremos priorizar el tiempo y concentrarnos en tareas más importantes. Google nos ha ofrecido un ejemplo para la vida real.

Pero no gustó a todo el mundo.

Google se vio obligada a publicar una declaración en la que respondía al clamor en las redes sociales, porque muchos se indignaron al saber que Assistant había engañado a las personas con las que hablaba por teléfono y les había hecho creer que conversaban con un congénere perteneciente a la raza humana.

Horrible

Zeynep Tufekci, profesora de la Universidad de Carolina del Norte y crítica de la tecnología, ha afirmado en Twitter que la demostración fue horrible y ha atacado a Google por “engaño deliberado”. Al mismo tiempo, ha expresado su sorpresa porque se haya permitido una presentación de WaveNet ante el gran público.

Ha declarado que “Silicon Valley ha perdido toda ética, carece de orientación y no ha aprendido nada”.

No ha sido la única.

Bloomberg cita a Stewart Brand, un autor que escribe sobre las responsabilidades que acompañan a los progresos de la tecnología, y que ha aseverado que “todo tipo de engaño que funcione destruye la confianza”.

Google ha respondido en seguida a las críticas asegurando de que el sistema Duplex advertirá a los humanos que hablen con él y que la funcionalidad estará diseñada de tal manera que “la revelación de su identidad ya estará incorporada”.

La firma añade que la tecnología se halla todavía en sus fases iniciales y que empezará a mejorarla a partir de las opiniones de los usuarios cuando el sistema se transforme en un producto en el mundo real.

Sebastian Menutti, analista del sector que cubre la transformación digital en Frost y Sullivan, ha declarado a Mobile World Live que Google podría haber cometido un error al no clarificar su posición sobre la declaración de identidad por parte del sistema, porque la mayoría de personas pensarán que hablan con un humano, no con un bot, “y sería fácil engañarlas”.

Añade que “tal vez no se habrían suscitado tantas inquietudes [si la firma hubiera aclarado ese detalle]. Aun así, resulta saludable y necesario que tengamos una discusión de este tipo sobre la IA, porque es probable que cobre mayor presencia durante los próximos años.”

¿Le colgarías el teléfono a Google?

La decisión de Google de hacer que la tecnología de IA revele su identidad apaciguará las preocupaciones de la sociedad, pero ¿supone también el riesgo de que dicha tecnología no pueda cumplir su tarea?

Desde el punto de vista opuesto, ¿el interlocutor querrá interactuar con un bot si sabe que se trata de un bot, aunque la inteligencia de éste le permita hablar como un ser humano?

Menutti aventura que “dependerá del tipo de interacción. Creo que las personas ven con desagrado los sistemas actuales de atención mediante voz interactiva, porque son tediosos y hacen perder el tiempo, y por ello tratan de evitarlos. Pero los asistentes virtuales modernos aportan mayor inteligencia y eficiencia a la ecuación, y quizá sean preferibles a las personas, sobre todo en transacciones y tareas tales como concertar una cita o consultar información.”

Menutti añade que, por otra parte, existen casos en los que “es probable que las personas prefieran hablar con un humano” y observa que ciertas interacciones requieren de un interlocutor provisto de “empatía, inteligencia emocional y sentido común”.

Scott Huffman, uno de los directivos del equipo de Google que desarrolla Assistant, ha declarado a Bloomberg que Duplex suscita respuestas encontradas. Algunas personas están “alucinadas” con él, mientras que otras albergan inquietudes.

Añade que otra de las opciones habría sido darle una voz robótica al Assistant y dejarle claro al humano que está interactuando con una máquina, pero entonces “probablemente le colgarían”.

Pienso que yo también lo haría.

Por otra parte, el Assistant podría decir: “Soy el Google Assistant y llamo de parte de un cliente”. ¿Le colgaría entonces? Quizá no.

Lo que está claro es que los humanos de Google tendrán que pensar.

En definitiva, la empresa nos ha permitido atisbar lo que se podría conseguir con la IA. Pero vistas las reacciones negativas, ¿podría ser que el mundo aún no esté preparado para este tipo de inteligencia?

Menutti explica que “la IA empieza a penetrar poco a poco en nuestra vida y nuestra economía. Quizá ya estemos preparados, quizá no, pero dentro de poco no nos quedará otro remedio que estarlo.”

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