Como era de esperar, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha criticado a Estados Unidos por haber impuesto restricciones más severas a las exportaciones. Dichas restricciones tienen como objetivo impedir que las empresas chinas adquieran semiconductores avanzados y equipamiento de fabricación de chips.

Las normas exigen que los fabricantes de chips obtengan una licencia del Departamento de Comercio estadounidense para exportar determinados chips avanzados que no se fabrican en el territorio de Estados Unidos. El departamento también ha incluido a trece empresas chinas en una lista de restricciones a la exportación, con la intención de evitar que los militares chinos accedan a tecnología avanzada estadounidense.

Dichas medidas se suman a los controles de exportación ya existentes, que exigen una licencia de exportación a las firmas estadounidenses interesadas en suministrar tecnologías avanzadas a empresas chinas consideradas peligrosas para la seguridad nacional. La nueva restricción pretende impedir que China importe determinados chips producidos utilizando equipamiento estadounidense, con independencia del lugar donde se hayan fabricado.

Mao Ning, representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular China, declaró en la sesión informativa diaria del día 8 de octubre que Estados Unidos ha estado “abusando de las medidas de control sobre las exportaciones a fin de imponer arbitrariamente barreras y obstáculos a las empresas chinas”, con el objetivo de preservar su propio liderazgo.

Afirma que semejante práctica es contraria al principio de competencia leal y a las normas comerciales internacionales, y que perjudica tanto a los intereses de las empresas estadounidenses como a los de las chinas.

Mao ha apuntado que el gobierno estadounidense debería atender a las “voces racionales y objetivas de las comunidades empresarial y académica, dejar de tratar las relaciones entre China y Estados Unidos con una mentalidad anticuada de juego de suma cero, y abandonar la llamada corrección política como principio rector de su política hacia China”.

La Asociación de la Industria de los Semiconductores ha hecho pública una declaración en la que pide al gobierno estadounidense “que aplique las normas de manera selectiva y en colaboración con los socios internacionales, a fin de contribuir a nivelar el terreno de juego y mitigar los daños no deliberados que se producen en la innovación estadounidense”.

Huawei y el fabricante de chips Semiconductor Manufacturing International Corp se cuentan entre las primeras empresas que fueron incluidas en la lista.