AT&T, la operadora de telefonía inalámbrica estadounidense, se hundirá bajo tierra gracias a la construcción de una nueva red de fibra que ofrecerá conectividad LTE en las instalaciones del ferrocarril metropolitano de Ciudad de México.

Kelly King, consejera delegada de la operadora en México, afirma en el blog de la empresa que las obras ya han empezado. El objetivo último de AT&T es construir una red basada en fibra que le permita ofrecer conectividad LTE y Wi-Fi en las 195 estaciones de metro de Ciudad de México, a lo largo de unos 200 kilómetros de túneles.

AT&T priorizará las tres líneas que, según Kelly, presentan los retos más difíciles debido a su profundidad y al gran número de viajeros que transitan por ellas para ir al trabajo.

La iniciativa forma parte de una estrategia más general de AT&T para ampliar su presencia en México. AT&T quiere afianzarse como rival de Telefónica y América Móvil, las operadoras dominantes en el mercado mexicano, tras haber adquirido dos proveedoras menores, Iusacell y Nextel México, en 2015.

En ese momento AT&T se comprometió a invertir 3.000 millones de dólares (unos 2.530 euros) para ampliar la cobertura de móvil con el objetivo de ofrecer servicio a unos 100 millones de mexicanos a finales del 2018.

AT&T no quiere limitarse a la telefonía móvil, sino que tiene la intención de poner a punto una nueva red LTE-M de Internet de las Cosas en México para finales del 2017. En mayo completó el despliegue de dicha tecnología en los Estados Unidos. Por aquel entonces declaró que las redes LTE-M estadounidense y mexicana prestarían servicio a un total de 400 millones de personas.