Amazon ha explicado sus planes para duplicar la mano de obra en su centro tecnológico de Boston, y empezará por la incorporación de nuevos empleados que desarrollarán las capacidades del asistente de voz Alexa. 

La empresa afirma que habrá creado 2.000 nuevos puestos de trabajo para el 2021, sobre todo en los ámbitos de aprendizaje automático, ciencia del habla, computación en la nube e ingeniería robótica, para contribuir a desarrollar nuevos productos y capacidades. Dicho personal constituirá el grueso de un proceso de ampliación que incrementará la mano de obra del centro de Boston, en el que actualmente trabajan 3.500 personas. 

Los equipos de Amazon en Boston trabajan sobre todo en Alexa, en la división de computación en nubes Amazon Web Services y en la división de libros de audio Audible, con especial énfasis en la I+D sobre aprendizaje automático destinada al perfeccionamiento de Alexa. 

Rohit Prasad, vicepresidente de Amazon y máximo responsable científico de Amazon Alexa, ha declarado que el equipo de Boston ha crecido sustancialmente a lo largo de los últimos años “a partir de un puñado de desarrolladores de software y científicos”. 

La inversión en Alexa forma parte de los esfuerzos de Amazon por no perder competitividad frente a sus rivales en el sector de altavoces inteligentes, como Google y Apple. 

Según las cifras publicadas por Strategy Analytics, Amazon se ha mantenido en la primera posición en altavoces inteligentes durante el cuarto trimestre de 2017, con un 52% de cuota de mercado, en claro descenso respecto al 88% del trimestre equivalente de 2016. Por otra parte, la cuota de mercado de Google ha pasado del 9% en el cuarto trimestre de 2016 al 36% en el período equivalente de 2017. 

Un abandono clave 

Una persona que no contribuirá a mantener Amazon en primera línea es Charlie Kindel, antiguo director de Alexa Smart Home. 

Kindel revela en un blog personal que abandonó la firma el día 27 de abril, después de cinco años de trabajar en ella, para tomarse un “importante descanso en el trabajo”. 

Se había incorporado al equipo de Alexa en el 2015 y tuvo un papel clave en el proceso de configurar y escalar la plataforma.