Anne Bouverot, directora general de la GSMA, ha reclamado mediante una carta abierta al presidente Obama que se mantenga el tipo de regulación ligera que ha favorecido hasta ahora el éxito de Internet. Bouverot (en la imagen) escribe que las operadoras están “profundamente preocupadas por las consecuencias que su apoyo [de Obama] a la reclasificación de Internet como servicio de telecomunicaciones sujeto al Título II, igual que la telefonía fija, tendrá sobre el futuro de Internet”.

A comienzos de la semana pasada, el presidente de los EEUU reclamó una regulación más estricta de los proveedores de Internet por parte del gobierno. Pero Bouverot aduce que dicha regulación severa podría coartar precisamente la innovación y la inversión que han fomentado el liderazgo de los EEUU en el sector tecnológico.

La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de los EEUU tiene previsto pronunciarse el año próximo sobre la neutralidad de las redes. Tom Wheeler, presidente del organismo, ha manifestado una posición distinta, más matizada que la de Obama, tratando de garantizar la neutralidad de las redes sin perder de vista los intereses de empresas importantes como AT&T y Verizon.

En 2010, la FCC dictaminó que la banda ancha móvil debía ser tratada de forma distinta que los servicios fijos, y de ahí la necesidad de una regulación ligera. “Aquella conclusión es tan válida ahora como lo era en 2010”, asegura Bouverot en su carta.

Añade también que “sin embargo, la petición de que se apliquen a la banda ancha móvil las mismas normas que a la telefonía fija, al tiempo que se reconocen las complicaciones técnicas propias de la gestión de las redes móviles, equivale a repudiar las conclusiones anteriores de la misma FCC y perjudicará la inversión y la innovación en una infraestructura tan crucial y a los consumidores que confían en ella”.

Bouverot destaca en la carta que “la FCC cuenta con autoridad, otorgada por la sección 706, para fijar y adaptar reglas adecuadas que protejan a los consumidores y la competencia en el mundo actual de la banda ancha. Este poder es sustantivo y pleno, y por ello hace innecesaria la reclasificación bajo el Título II. Le rogamos que reconsidere su plan para regular Internet, que constituye una amenaza para su mismo futuro”.