El primer teléfono modular fruto del Proyecto Ara de Google podría salir a la venta en enero de 2015 a un precio que ronde los 50 dólares (36 euros). La fecha ha sido revelada por su responsable, Paul Eremenko, durante la primera convención de desarrolladores de Ara, celebrada esta semana. “Lo llamamos el Teléfono Gris porque pretende ser de un gris discreto, para impulsar a la gente a personalizarlo”, declara.

 

El Proyecto Ara se basa en una idea que no es nueva: crear un smartphone que pueda ser modificado añadiéndole o cambiándole módulos. En su momento, Motorola había apuntado que podrían ser “de cualquier tipo, desde un procesador de aplicaciones hasta una pantalla, un teclado, una batería adicional, un pulsómetro… o algo que todavía no se nos haya ocurrido”.

 

En esencia, el teléfono de 36 euros constará de un chasis, una pantalla y una radio WiFi. Google ha abierto a los desarrolladores la creación de hardware para el Proyecto Ara, salvo en algunos componentes fundamentales. Por lo tanto, serán dichos desarrolladores quienes determinen qué funciones realizarán sus módulos. Eremenko afirma esperar que el “esqueleto” del dispositivo dure entre cinco y seis años.

 

Según CNET, los teléfonos ARA admitirán Android, pero ello plantea un dilema interesante, dado que el sistema operativo no dispone de los controladores necesarios para gestionar componentes modulares. La publicación cita a Eremenko asegurando que Android dispondrá de los citados controladores en diciembre.

 

El proyecto está siendo pilotado por el grupo ATAP (Advanced Technology and Products) de Motorola. Google conservará esta división cuando se formalice la venta del grueso de Motorola Mobility a Lenovo.

 

Anteriormente se han visto otras propuestas de smartphones modulares, pero no prosperaron en el mercado. Tenemos un ejemplo en Modu, que pese al respaldo de Qualcomm, cerró sus puertas en 2011. Su propiedad intelectual acabó siendo adquirida precisamente por Google.