Google se enfrenta a acciones legales sobre la posibilidad de que los niños lleven a cabo compras no autorizadas de bienes virtuales a través de las aplicaciones disponibles en Google Play. Un grupo de padres ha presentado una demanda colectiva al respecto.

 

La demanda se refiere a la descarga desde el catálogo de Google Play de juegos gratuitos o baratos que permiten a los niños realizar desde la misma aplicación compras de la moneda propia del juego sin el conocimiento ni la autorización de sus padres.

 

El caso alega que muchos de los juegos de Google Play están diseñados para que sean “sumamente adictivos y requieran comprar la moneda propia del juego en algunos momentos para poder seguir jugando”. Algunos de ellos permiten comprar por valor de hasta 100 dólares (unos 72 euros) en una sola transacción.

 

Google requiere que los usuarios se identifiquen con sus cuentas introduciendo una contraseña antes de comprar un juego o de adquirir contenido para el mismo. Sin embargo, los usuarios del dispositivo pueden llevar a cabo nuevas compras durante los 30 minutos siguientes, sin tener que volver a introducir su contraseña. La demanda considera que esta práctica “está diseñada para facilitar que los niños compren la moneda propia de los juegos sin el permiso de sus padres y sin tener que introducir una contraseña”.

 

“Google se ha lucrado injustamente promoviendo juegos gratuitos o baratos entre los niños y permitiéndoles incurrir fácilmente en gastos muy considerables en moneda que no tiene ningún valor fuera del juego, dado que no ha incorporado controles tan razonables como simplemente exigir la introducción de una contraseña”, afirma Shanon Carson de  Berger & Montague, uno de los gabinetes legales que gestionan la demanda colectiva, presentada ante los tribunales del Distrito Norte de California.

 

En octubre de 2013, Apple zanjó en privado una demanda colectiva del mismo tipo. Berger & Montague también participó en el caso, que se remontaba al año 2011. El fabricante del iPhone también alcanzó en enero un acuerdo con la Comisión Federal de Comercio de los EEUU, en virtud del cual abonaría 32,5 millones de dólares (23,4 millones de euros) a los padres que habían perdido dinero debido a las compras efectuadas sin permiso por sus hijos a través de aplicaciones.

 

Apple abrió en septiembre del año pasado un apartado Infantil en la App Store para atender mejor a los consumidores más jóvenes, en respuesta a las preocupaciones sobre el uso de aplicaciones por parte de los niños. También añadió reglas nuevas a sus orientaciones a los desarrolladores de iOS, anticipándose a la creación de la categoría.

 

“Seguro que Google es consciente de que su competidor principal, Apple, ha tomado medidas para acabar con esta práctica injusta, y Google tendría que seguir sus pasos”, añade Carson. En otros países, la Oficina de Comercio Justo del Reino Unido publicó hace poco los principios que la industria de las aplis móviles debe respetar al crear títulos para niños, mientras que la Comisión Europea ha indicado que trasladará al sector la preocupación de los consumidores para contribuir a que la economía de las aplicaciones alcance todo su potencial.