Vodafone ha anunciado que suministrará a Volkswagen y Audi tarjetas SIM para sus nuevos modelos en Europa, confirmando la importancia que está adquiriendo el sector de la automoción para las ambiciones de las operadoras en el segmento de M2M. El contrato no entrará en vigor de inmediato: Vodafone proporcionará la conectividad M2M a los nuevos modelos de Audi a partir de 2015.

 

En la actualidad, Audi ofrece un paquete de servicios que incluye “navegación, comunicaciones e información/entretenimiento, junto a acceso inalámbrico a Internet”. En 2013, el Audi S3 fue el primer modelo de la empresa en llevar integrado un sistema de <em>infotenimiento</em> compatible con 4G, que permite a los abonados de Vodafone acceder a su red 4G. El coche estará expuesto en el stand de Vodafone en el CeBIT de este año.

 

Erik Brenneis, responsable de M2M de Vodafone, declara que “este acuerdo reforzará todavía más nuestra posición en el sector del automóvil, uno de los mercados principales para la comunicación M2M. Nuestras eficientes redes de comunicaciones móviles garantizan que el coche conectado sea cada vez más común, incluso cuando se cruzan las fronteras nacionales europeas”. Según Vodafone, uno de los factores que podrían impulsar la adopción por parte de los usuarios es el futuro sistema paneuropeo de llamadas de emergencia -denominado eCall- que envía automáticamente una señal de auxilio en caso de accidente del vehículo.

 

Vodafone ya cuenta con experiencia en el sector del automóvil. Hace dos años, la filial del grupo en Alemania, desveló un acuerdo a cinco años vista para proporcionar conectividad M2M a los coches BMW vendidos en el país. Tampoco es ésta la primera vez que Vodafone colabora con Volkswagen. En 2012, la operadora móvil anunció que había sido elegida por el fabricante de automóviles para proporcionar servicios móviles a los más de 90.000 empleados de su plantilla.

 

Además de suministrar servicios de voz y datos a los empleados de Volkswagen, Vodafone también acordó ofrecer transferencia de datos para la gestión de los procesos de negocio en áreas como la logística y la producción. Dicho acuerdo afecta únicamente a las funciones internas de la empresa, a diferencia del que se acaba de firmar, que se centra en los clientes.