La Comisión Europea (CE) ha ampliado hasta el 23 de diciembre el plazo para finalizar su investigación sobre la adquisición de Fitbit por Google mediante un acuerdo valorado en 2.100 millones de dólares (unos 1.800 millones de euros), más de 13 meses después de que se anunciara dicha propuesta.

Tras una evaluación preliminar, la CE inició en agosto una investigación en profundidad, en la que expresó su temor de que dicho acuerdo diera todavía más fuerza a Google en el mercado de la publicidad digital, donde ya goza de una sólida posición, y le permitiera acceder a un volumen aún mayor de datos personales.

Por aquel entonces, Margrethe Vestager, comisaria de Competencia de la CE, explicó que la investigación tenía por objeto “garantizar que el control de Google sobre los datos recogidos mediante dispositivos ponibles no distorsione el entorno competitivo”.

El plazo original de la investigación más amplia finalizaba el 9 de diciembre.

Google mantiene que la operación se refiere a los dispositivos, no a los datos. Rick Osterloh, vicepresidente ejecutivo de Dispositivos y Servicios de la firma, manifestó en agosto que Google se compromete a no usar los datos de salud y bienestar de Fitbit para publicidad. También ha ofrecido a la CE un compromiso legal vinculante en la misma línea.

Google anunció en noviembre de 2019 la compra de Fitbit por una fuerte suma de dinero, y contaba con que el acuerdo quedase formalizado durante el 2020.

Pero desde entonces, varios organismos reguladores de todo el mundo han expresado sus temores y han abierto investigaciones sobre la repercusión del acuerdo en el entorno competitivo y sus implicaciones en lo que respeta a la privacidad de los datos.

Asimismo, varias organizaciones de consumidores han manifestado su inquietud.