Intel ha anunciado que invertirá más de 30.000 millones de euros en unas instalaciones de fabricación de chips en Alemania. Según parece, 10.000 millones de dichos euros provendrán del gobierno del país, tras un acuerdo entre ambas partes sobre un paquete de ayudas para la planta.
La firma señala en un comunicado que el acuerdo sigue a la “ampliación de la inversión” de Intel en las instalaciones. Previamente, el gobierno alemán había expresado sus reservas ante la petición de mayores subvenciones por parte de Intel y se había mostrado dispuesto a incrementar la ayuda financiera si la empresa aumentaba su propia inversión.
Según una fuente anónima citada por Bloomberg, el gobierno invertirá ahora 10.000 millones de euros en el proyecto.
Al anunciar el proyecto en 2022, Intel había estimado que el centro de fabricación costaría 17.000 millones de euros, en el marco de su compromiso de inyectar 33.000 millones de euros en los ambiciosos planes europeos en materia de chips.
Richard Windsor señala en el blog Radio Free Mobile que “hoy en día las subvenciones tienen un papel esencial en la construcción de fábricas de semiconductores, puesto que la competitividad se basa en el coste total de explotación, donde el factor más importante es el volumen de subvenciones estatales recibidas”.
“En términos directos, de euro por euro, el gobierno alemán ofrece ahora una subvención menor que antes, lo que significa que los puestos de trabajo creados y los impuestos generados costarán menos que antes en términos relativos.”
El centro se hallará en Magdeburgo y se espera que empiece a producir en 2028. Comprenderá dos plantas de fabricación, una para los productos propios de Intel y otra para las versiones a medida para clientes.
Intel cuenta con que las instalaciones generen decenas de miles de puestos de trabajo en todo el sector, además de 7.000 empleos en la construcción en su fase inicial y 3.000 empleos relacionados con la “alta tecnología” en la empresa. Además, servirá como centro de innovación en toda la región y fomentará el desarrollo del ecosistema de semiconductores en Europa.
Pat Gelsinger, consejero delegado, considera que el proyecto de Magdeburgo es “crucial” para el crecimiento de Intel.
“Si añadimos el anuncio de la inversión en Wrocław, Polonia, que se dio a conocer la semana pasada, y los centros en Irlanda que ya operamos a escala, se crea un corredor de capacidad sin parangón, que va desde las obleas hasta los productos ya encapsulados, y se da un paso importante hacia la creación de una cadena de aprovisionamiento equilibrada y resistente para Europa.”
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