Huawei planea colaborar con una planta de fabricación de semiconductores ubicada en Shanghai y dirigida por uno de sus aliados, a fin de poder prescindir de la tecnología patentada por firmas estadounidenses, en el marco de los esfuerzos de la empresa china por mitigar los efectos de las sanciones sobre su cadena de aprovisionamiento.
El Financial Times cita dos fuentes que han informado sobre dicho proyecto, que incluye la apertura de unas instalaciones que serían gestionadas por el Centro de I+D de Shanghai IC, una organización respaldada por el Estado que trabaja en favor de los intereses de las empresas chinas.

El centro industrial en cuestión tendrá como principal cometido la producción de chips utilizados por la división de infraestructuras de Huawei, así como tecnología que se usará en dispositivos de Internet de las Cosas y televisores inteligentes. En cambio, no proveerá componentes para smartphones, dados los requisitos específicos de estos últimos.
En una primera fase funcionará como instalación de investigación y posteriormente pasará a la producción.

Huawei ha estado sopesando las opciones de sus varias divisiones en materia de cadena de suministro, a raíz del endurecimiento de las sanciones estadounidenses, que prohíben a las empresas la venta de hardware, software y tecnología específicos a dicho fabricante y a otros que figuran en una lista negra de carácter comercial.
Durante las últimas semanas se ha rumoreado que las autoridades estadounidenses han concedido licencias a varias firmas para suministrar equipamiento específico a Huawei, si bien la mayoría de las informaciones publicadas sobre dicha cuestión indican que se han impuesto límites a los tipos de equipamiento que pueden venderse a la empresa china.