Reuters informa de que el gobierno estadounidense ha cumplido la amenaza de incluir en una lista negra comercial a Semiconductor Manufacturing International Corp (SMIC), el principal fabricante de chips de la República Popular China, y a partir de ahora exigirá la obtención de una licencia de exportación a los proveedores que quieran suministrarle ciertos tipos de equipamiento.

También según Reuters, el Departamento de Comercio estadounidense explica en una carta a varias empresas tecnológicas del país que existe el riesgo de que los componentes y equipos suministrados a SMIC se utilicen con fines militares. El requisito de licencia seguirá vigente hasta que el Departamento de Comercio lleve a cabo un proceso de supervisión sobre SMIC y sus filiales.

Según la misma agencia de noticias, SMIC afirma que no ha recibido notificación oficial del Departamento de Comercio. Previamente había negado todo vínculo con el ejército chino y reclamado diálogo con Estados Unidos.

Las nuevas restricciones podrían impedirle el acceso a equipamiento clave en la fabricación de chips, lo que frustraría los esfuerzos de SMIC por producir semiconductores más avanzados a fin de evitar que el país dependa en la misma medida de las importaciones.

Richard Windsor, del blog de investigación Radio Free Mobile, explica que las sanciones se hallan en un nivel inmediatamente inferior que las que exigen que las firmas estadounidenses obtengan una licencia para suministrar mercancías.

Windsor indica que “SMIC se encuentra ahora en una situación muy difícil”, porque la fabricación de chips se halla bajo el control de unas pocas firmas, y no es posible producirlos sin equipamiento ni software de alguna empresa estadounidense.