AT&T ha llevado a buen término la venta a Liberty Latin America de diversos activos fijos y móviles en Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses, diez días después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos le impusiera condiciones especiales a cambio de autorizar la transacción.

El acuerdo, valorado en 1.950 millones de dólares (1.664 millones de euros), comporta la transferencia de empleados de AT&T, activos de red y espectro, propiedades y arrendamientos, así como 1,1 millones de abonados y contratos de telefonía móvil.

Si bien el Departamento de Justicia ha exigido a las empresas que se desprendan de ciertos activos de fibra y cuentas de clientes, AT&T ha declarado que retiene el control sobre DirecTV, así como “ciertas relaciones comerciales con clientes multinacionales” de la región. También conserva la responsabilidad sobre la gestión de FirstNet, una red especializada en servicios de emergencia.

AT&T anuncia que usará el ingreso resultante para redimir todos los intereses preferentes de su filial PR Holdings. Además, prevé continuar con las ventas de activos no esenciales.

En una teleconferencia sobre resultados del tercer trimestre, John Stephens, director de Finanzas, señaló que AT&T tiene 500.000 millones de dólares (unos 426.677 millones de euros) en activos en su balance, lo que supone “una amplia oportunidad para seguir fortaleciendo la posición de la empresa en disponibilidad de efectivo” al desprenderse de propiedades periféricas.

Es el segundo acuerdo que la operadora lleva a buen término en dos meses, después de que en octubre vendiera su participación en la empresa de servicios de entretenimiento Central European Media Enterprises a la firma inversionista PPF Group por 1.100 millones de dólares (939 millones de euros).