La Comisión de Transportes y Turismo del Parlamento Europeo ha rechazado una polémica propuesta de utilizar la tecnología basada en Wi-Fi como principal método de comunicación para los automóviles conectados.

Las objeciones que plantea a las recomendaciones de la Comisión Europea (CE) tienen como objetivo influir en el Parlamento Europeo, que ha programado una sesión para valorar qué política seguirá.

Antes de que se votara la cuestión, Dominique Riquet, presidente de la Comisión citada, instó al rechazo de la propuesta de la CE, por entender que esta “contradice el principio de neutralidad tecnológica”, y señaló que también existían importantes dudas acerca de la tecnología como tal.

Riquet afirma que “nadie más en el mundo la ha escogido. En China, Corea del Sur y Japón se eligió una tecnología distinta, y en Estados Unidos se respetó la neutralidad tecnológica.”

Otros eurodiputados argumentan que la propuesta es adecuada y que tiene la ventaja de recurrir a una tecnología ya disponible, lo que permite un despliegue más rápido y permitirá acceder con mayor prontitud a los beneficios en seguridad vial.

La decisión de la CE de optar por un sistema basado en Wi-Fi, y no en tecnología celular, se anunció en marzo y despertó indignación entre varias asociaciones de la industria de telefonía móvil. Tanto la GSMA como la ETNO instaron al resto de órganos legislativos de la UE a rechazar la propuesta.

En una carta conjunta remitida en fecha reciente a los eurodiputados y otras autoridades de la UE, dichas asociaciones explicaron que la decisión de utilizar protocolos basados en Wi-Fi 802.11p condenaría a los ciudadanos europeos a usar “una tecnología inferior, que solo una cantidad muy limitada de firmas de automoción piensa desplegar”.