El SÄPO, el servicio de seguridad nacional sueco, prevé que Rusia incrementará ciertas actividades que suponen una amenaza contra la industria de telecomunicaciones del país. El SÄPO considera que un ataque de ese tipo supondría un riesgo directo para el resto de Europa.

Associated Press cita las declaraciones efectuadas por Charlotte von Essen, directora de dicho organismo, en una conferencia sobre defensa celebrada en Suecia a la que han asistido expertos en seguridad, representantes de la OTAN y Ulf Kristersson, primer ministro del país.

Essen ha calificado a Rusia como “imprevisible” y ha destacado que los sistemas de telecomunicaciones y la red eléctrica sueca son ámbitos “en los que hay motivos para precaverse especialmente ante la posibilidad de espionaje y sabotajes”.

Ha afirmado que “en el bando ruso existe interés por provocar perturbaciones en dichos sectores” y ha señalado que un ataque contra Suecia “podría perjudicar también al resto de Europa”.

A continuación, ha explicado que el SÄPO piensa que Rusia se servirá de plataformas no oficiales, “como la diáspora rusa y las instituciones y empresas rusas presentes en Suecia”.

La salida de Ericsson
Como es sabido, Suecia es el mercado de origen de Ericsson, uno de los mayores proveedores de redes de telecomunicaciones del mundo.

Tras la invasión de Ucrania por Rusia, Ericsson anunció que iría reduciendo su presencia en el país hasta abandonarlo por completo a finales de 2022.

Pero, al tiempo que anunciaba el cierre de un acuerdo para vender su división de atención al cliente en Rusia en el marco de dicha salida gradual, Ericsson precisó que mantendría una presencia reducida en el país hasta 2023.

Ericsson es tan solo una de las numerosas firmas internacionales que han anunciado planes para reducir su presencia y salir de Rusia a raíz de la guerra de Ucrania.