CNBC informa de que se va a ampliar una investigación emprendida en Estados Unidos sobre el servicio de videoconferencia Zoom. Varios fiscales generales temen que dicho servicio no garantice la privacidad y la protección de los usuarios, a pesar de haberse vuelto muy popular durante los confinamientos ocasionados por la pandemia de Covid-19 (el nuevo coronavirus).

El día 3 de abril, William Tong, fiscal general de Connecticut, anunció que por lo menos otros dos estados, Nueva York y Florida, se habían sumado a la investigación, a raíz de varias denuncias sobre la intromisión de personas no identificadas en las reuniones que se efectuaban mediante dicho sistema.

Aparentemente, el propio Tong ha sido una de sus víctimas, puesto que el chat de una de sus conversaciones se llenó de mensajes obscenos.

No está claro si la privacidad de las personas que usan las versiones móviles de Zoom ha corrido peligro.

The Verge informaba hace unos días de que Zoom había suspendido por tres meses el lanzamiento de nuevas funcionalidades para concentrarse en reforzar la privacidad, y de que había anunciado cambios en su aplicación móvil, como por ejemplo la protección con contraseña de las reuniones y el requisito de que los anfitriones acepten a los participantes antes de que estos se conecten.

El día 1 de abril, Eric Yuan, consejero delegado de Zoom, anunció que el servicio había contado con 200 millones de participantes diarios en reuniones en línea a lo largo del mes de marzo.

La CNBC explica que la firma captó 2,2 millones de nuevos usuarios entre el 1 de enero y el 24 de febrero, frente a los 640.000 de todo el año 2019.

El incremento en el uso coincide con el aumento en el teletrabajo que se ha producido desde que gobiernos de todo el mundo decretaron el confinamiento de los ciudadanos para ayudar a frenar la propagación de la Covid-19.