Huawei pasa por tiempos difíciles.

Las medidas adoptadas por el gobierno de Estados Unidos para obligarla a suspender sus relaciones comerciales con socios del país americano han tenido repercusiones negativas sobre la firma y la han llevado a pronosticar un descenso de ingresos 30.000 millones de dólares (casi 27.000 millones de euros) en su cuenta de resultados durante los dos próximos años.

Si bien Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ha echado un cable a Huawei al comprometerse a autorizar el suministro de software y hardware producido en Estados Unidos (siempre que no suponga ningún riesgo para la seguridad nacional), no está nada claro que la firma china vaya a salir de la llamada Lista de Entidades. El senador Marco Rubio, por su parte, se opone a la decisión de suavizar las sanciones y se ha comprometido a actuar contra ella.

Por supuesto que Huawei, a la vista de su difícil situación, está trazando planes de contingencia. Uno de ellos podría ser el lanzamiento de un sistema operativo propio, bajo la marca registrada Hongmeng.

Pero la formación de un nuevo ecosistema a partir de cero no es tarea fácil y nos obliga a preguntarnos: ¿Quién creará aplicaciones para un eventual sistema operativo de Huawei?

Alex Malafeev, cofundador de la firma de análisis de aplicaciones Sensor Tower, explica que los editores de aplicaciones con sede en Estados Unidos no podrán hacer negocios con Huawei mientras dicha empresa se halle en la Lista de Entidades. Es probable que, como consecuencia, los usuarios del sistema operativo de Huawei no tengan acceso a una serie de aplicaciones de primer nivel, como Facebook, WhatsApp, Instagram y Snapchat, entre otras.

Malafeev ha declarado a Mobile World Live (MWL) que “los desarrolladores de otros países a quienes no se les prohíba negociar con la firma sí podrán crear aplicaciones para la plataforma, pero de todos modos faltarán aplicaciones extremadamente populares, algunas de las cuales son utilizadas diariamente por cientos de millones de personas”.

Añade que ciertos desarrolladores podrían tratar de crear clones de aplicaciones populares, pero entiende que lo más probable es sus funcionalidades estén limitadas y se aprecien carencias, porque sus creadores contarán con muchos menos recursos de desarrollo que los originales.

Anshel Sag, analista de telefonía móvil en Moor Insights & Strategy, ha estado de acuerdo en que Huawei hallaría un hándicap en la imposibilidad de ofrecer aplicaciones populares.

“Pienso que la principal debilidad de un sistema operativo es la incompatibilidad con las aplicaciones más populares. Fuera de China, dicha categoría suele estar integrada por aplicaciones de Google y otras creadas con propósitos específicos por desarrolladores de menos tamaño.”

Atracción de talento

Sag ha indicado a MWL que, prohibiciones aparte, Huawei tendrá que demostrar a los desarrolladores que puede llegar a un mercado lo bastante grande que justifique la creación de una aplicación para el nuevo sistema operativo de la empresa.

Según dicho analista, los desarrolladores suelen priorizar los lanzamientos en función del parque instalado que quieren alcanzar, contrapesado con los costes de la adquisición de audiencia.

“Entiendo que el factor principal para saber si un desarrollador creará o no aplicaciones para el sistema operativo de Huawei es de carácter económico… si el mercado es lo bastante grande, lo que se tendrá en cuenta a continuación será la simplicidad y los costes de la transferencia.”

Sag entiende que, si los desarrolladores no encuentran valor en el acceso a la base de usuarios de Huawei, lo más probable es que la firma se vea obligada a ofrecerles compensaciones a fin de que creen aplicaciones para su sistema operativo.

Explica que “en este terreno, Huawei partiría de cero”, y añade que “ni siquiera su base de dispositivos ya instalados le serviría como palanca para captar a los desarrolladores”.

Período de salida al mercado

Según Malafeev, Sensor Tower entiende que en una primera fase el ecosistema de Huawei consistiría sobre todo en juegos, utilidades y aplicaciones de fotografía / vídeo, porque al menos por el momento muchas aplicaciones populares quedarían excluidas.

Por ahora, apenas si se conocen detalles sobre el aspecto que tendría un sistema operativo de Huawei. Pero Malafeev explica que la firma probablemente tendría en cuenta a los desarrolladores acostumbrados a crear aplicaciones para Android, la plataforma móvil que predomina en el mercado chino.

Explica que, en tal caso, el desarrollo de las aplicaciones podría demorarse entre varios días y varios meses. Sin embargo, no le cabe duda de que “se terminarán a toda prisa numerosas aplicaciones a fin de que estén disponibles para el lanzamiento”.

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