El grupo latinoamericano América Móvil ha publicado cifras sólidas para el primer trimestre de 2019, aunque como de costumbre el cambio de divisas desfavorable ha tenido efectos negativos sobre sus beneficios.

Sus ingresos han disminuido en un 3,1% hasta situarse en 245.700 millones de pesos mexicanos (unos 11.556 millones de euros). Según la propia firma, ello se debe a que la mayoría de monedas con las que opera, sin más excepción que el dólar estadounidense, se han depreciado frente al peso mexicano.

Los ingresos por servicios han disminuido un 3,7% hasta situarse en 207.800 millones de pesos mexicanos (unos 9.774 millones de euros), si bien América Móvil afirma que se habrían incrementado en un 2,5% si los tipos de cambio se hubieran mantenido constantes. Los ingresos provenientes de servicios de telefonía móvil por contrato han aumentado un 6,8%, pero la banda ancha fija ha crecido aún más con un 9,9%.

Por otra parte, la absorción de los activos guatemaltecos de Telefónica en febrero de 2019 ha reforzado a la empresa en América Central.

Aunque el incremento de los ingresos por servicios se desacelere en México y Estados Unidos, las filiales europeas de la firma (que goza de presencia en Austria y Europa Oriental a través de Telekom Austria) vuelven a crecer tras un período de contracción.

En el plano de los beneficios, la cifra de 19.400 millones de pesos mexicanos (unos 912 millones de euros) anunciada por la firma supone un aumento del 3,6% interanual.

América Móvil ha terminado el primer trimestre con 277 millones de clientes de servicios inalámbricos, lo que incluye 1,4 millones que se han incorporado mediante el acuerdo de adquisición de Telefónica Guatemala. Por otra parte, ha ganado 1,3 millones de clientes de pospago y ha desconectado a 1,1 millones de usuarios de prepago, prácticamente todos ellos en Brasil.

Durante el mismo período, ha firmado un acuerdo para adquirir Nextel Brasil. Según América Móvil, le servirá para ampliar su capacidad de red, cartera de espectro y planta de abonados, sobre todo en Sâo Paulo y Río de Janeiro. El acuerdo está pendiente de aprobación por parte de organismos reguladores y accionistas.