Las operadoras de cable se hallan entre las primeras firmas del sector de telecomunicaciones que empezaron a tomarse en serio la experiencia en el hogar, pero durante los últimos meses hemos asistido a una serie de anuncios por parte de otras operadoras de telecomunicaciones que indican que la industria en su conjunto está trabajando en la cuestión.

En un reciente congreso sobre cable celebrado en Londres, la mesa redonda que suscitó discusiones de mayor interés en los participantes fue la que se centraba en el hogar y se preguntaba si este forma parte explícitamente de las responsabilidades de las firmas proveedoras de servicios.

Las actitudes abarcaban una amplia gama, desde “no, las responsabilidades terminan en la puerta” hasta “por supuesto que sí”. Un par de operadoras de cable que se decantaban por esta última postura también quisieron destacar las soluciones comerciales recientes que abordan cuestiones tales como los puntos a donde no alcanza la señal y la conexión sin problemas de nuevos dispositivos a la red doméstica.

La experiencia en el hogar, una cuestión que suscita un interés cada vez mayor

Si bien las operadoras de cable se hallan entre las primeras empresas que empezaron a tomarse en serio la experiencia en el hogar, durante los últimos meses se han sucedido anuncios de servicios similares de otras operadoras de telecomunicaciones. Así, por ejemplo, en Europa:

– Bouygues ha anunciado que ofrecerá a sus clientes de banda ancha en Francia una solución administrada de Wi-Fi para el hogar, en la que se utilizarán el software AirTies Smart Wi-Fi y los extensores Mesh;

– BT ha elegido una solución Wi-Fi Mesh de marca blanca como base para su solución Whole Home Wi-Fi, con una aplicación que aconseja sobre la ubicación del dispositivo, y discos Wi-Fi que se autoconfiguran;

– Virgin Media ofrece un servicio similar, con una nueva aplicación que monitoriza la potencia de la señal de Wi-Fi en el hogar. Los clientes pueden solicitar un amplificador de Wi-Fi cuando se identifiquen puntos a donde no llega la señal. Dicha oferta es gratuita para los clientes de nivel más alto.

Después de haber probado la aplicación de Virgin, doy fe de que funciona, y poco después de usarla para identificar los puntos de mi hogar a donde no lleva la señal he recibido un juego de adaptadores PLC para línea eléctrica. Si bien no parece que dicho adaptador sean la solución del futuro y su funcionamiento es menos fluido que el de las soluciones Wi-Fi Mesh preferidas por otros, lo cierto es que funciona y ofrece una conexión más fiable que mi anterior amplificador de Wi-Fi.

Un punto interesante es que los servicios de BT y Virgin ofrecen una gama de funciones adicionales, como por ejemplo la capacidad de administrar proactivamente toda la red, lo que incluye la posibilidad de interrumpir temporalmente el acceso a Internet o bloquear el acceso a dispositivos específicos.

Desde una perspectiva estratégica, la oferta de servicios Wi-Fi administrados conlleva dos beneficios: incrementar los ingresos y reducir costos.

Por lo general, las operadoras ofrecen servicios Wi-Fi administrados como servicio prémium por una tarifa adicional, o los incluyen sin coste algunos en paquetes de gama alta. Además de aportar nuevos ingresos, dichos servicios pueden reducir significativamente la pérdida de abonados, porque es menos probable que los clientes satisfechos se den de baja. Los problemas de conectividad en el hogar son un motivo importante de llamadas a los equipos de asistencia, y en algunos casos surgen problemas que es difícil, si no imposible resolver de forma remota. Por lo tanto, la prevención de dichos problemas puede suponer una importante reducción de costos en un momento en el que las operadoras tratan cada vez más de digitalizar sus servicios al cliente.

Entre tantas redes y estándares, no olvidemos al cliente

A medida que entramos en la era de los gigabits, con una gama de tecnologías de acceso que prometen velocidades cada vez mayores a los usuarios finales (ya sea a través de FTTH, redes de cable, acceso fijo inalámbrico o pura telefonía móvil), es importante que en el mundo real los clientes obtengan una experiencia que responda a lo que les ha prometido el márketing de la operadora. Como ya se ha indicado, las operadoras tendrán que asumir cada vez más las responsabilidades por la experiencia en el hogar, sobre todo si las velocidades más altas que se ofrecen implican precios más altos, en vez de adoptar una perspectiva más propia del sector de utilidades en el que las responsabilidades terminan en la puerta.

Con la llegada del nuevo estándar Wi-Fi 6 y el lanzamiento de servicios 5G, los consumidores se enfrentan a una serie de acrónimos y tecnologías a menudo desconcertantes. Pocos de ellos les facilitan la vida de verdad. Al mismo tiempo, el número creciente de dispositivos conectados en el hogar complica la situación de los usuarios poco experimentados con la tecnología. Las operadoras que puedan abordar dichos problemas y garantizar una absoluta conectividad en el hogar, así como una conexión sin problemas de los nuevos dispositivos, adquirirán una clara ventaja sobre sus competidores. Aparte de contribuir a la satisfacción del cliente, los nuevos enrutadores y las aplicaciones de red inteligente también pueden mejorar la información que reciben las operadoras sobre el rendimiento de las redes, lo que permitirá identificar y resolver los problemas de forma remota, y así reducir los costes.

Los avances tecnológicos también podrían ayudar, por ejemplo, con una interacción sin discontinuidades entre las redes móviles y Wi-Fi, gracias a la llegada de 5G y Wi-Fi 6. Pero la proliferación de redes también comporta la necesidad de que las operadoras gestionen niveles de complejidad cada vez mayores. Sin embargo, se trata de una cuestión distinta: Wi-Fi y 5G coexistirán en un futuro previsible, lo que implica que operadoras y proveedores tendrán que garantizar que la gestión conjunta de dichas tecnologías les permita funcionar juntas en beneficio de los usuarios.

– David George – director de Consultoría, GSMA Intelligence

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