Alex Sinclair, director de Tecnología de la GSMA, ha exhortado a las operadoras de telefonía móvil europeas a introducirse cuanto antes en el sector de energía inteligente mediante la aceleración del despliegue de redes LPWA (siglas inglesas de área extensa y bajo consumo) NB-IoT y LTE-M.

Según pronósticos publicados por la firma de analistas Machina Research, especializada en Internet de las Cosas, el mercado europeo de energía conectada alcanzará un valor de 26.000 millones de dólares (unos 22.350 millones de euros) en 2026, con potencial para instalar 158 millones de nuevos contadores inteligentes en todo el continente.

Sinclair explica que “Internet de las Cosas está sacudiendo los cimientos del mercado de empresas de suministro inteligentes, porque ofrece conectividad ubicua y datos procesables en tiempo real. Las redes móviles de Internet de las Cosas irán más allá y ofrecerán a los proveedores energéticos una solución económica para conectar millones de contadores inteligentes.

“El despliegue de redes móviles de Internet de las Cosas está cobrando un fuerte impulso, con múltiples despliegues en todo el mundo. Sin embargo, todavía queda mucho espacio para crecer. Animamos a las operadoras a ponerse en marcha ahora mismo para capitalizar esta evidente oportunidad de mercado y acelerar todavía más el desarrollo de Internet de las Cosas.”

La iniciativa Mobile IoT (Internet de las Cosas Móvil) de la GSMA promueve las redes LPWA constituidas por tecnologías LTE-M o NB-IoT, y gestionadas por operadoras de telefonía móvil. En octubre del 2017, 14 operadoras, entre las que se hallan AT&T, Verizon, Telstra, China Mobile, Deutsche Telekom y Vodafone, han lanzado 21 redes comerciales que utilizan las citadas tecnologías celulares, estandarizadas por 3GPP.

Oportunidades cada vez mayores

Según las cifras publicadas a principios de octubre por Machina Research, el valor actual del mercado de energía conectada podría estimarse en 11.700 millones de dólares (unos 10.000 millones de euros) anuales, a los que Europa contribuiría con el 21% del total. Sin embargo, la cuota aportada por el continente podría incrementarse, porque la Comisión Europea (CE) ha presentado una propuesta para la instalación de 200 millones de contadores eléctricos inteligentes y 45 millones de contadores de gas en el conjunto de la región para el año 2020.

La CE prevé que dicha política, si se aprueba, comportará que el porcentaje de europeos provistos de un contador inteligente ascienda a un 72% para la electricidad y a un 40% en el gas.