Los problemas de Sony con los móviles siguen agravándose, dado que el segmento ha registrado una fuerte caída de ingresos trimestrales, atribuída a problemas de aprovisionamiento y producción debida a la Covid-19 (coronavirus), y a la consiguiente disminución de la demanda.

En su informe sobre los resultados fiscales del cuarto trimestre (que abarca el trimestre hasta fines de marzo), Sony indica que la facturación de Mobile Communications cayó a 70.400 millones de yenes (poco más de 600 millones de euros), frente a los 107.100 millones (926 millones de euros) en el período comparable de 2019, debido a que la menor demanda de smartphones, los tipos de cambio de divisas y la pandemia han pasado factura.

La división de Productos y Soluciones Electrónicas de la compañía, que alberga la división de móviles, también se vio afectada, con una caída de ingresos desde 478.000 a 357.000 millones de yenes.

Al igual que en trimestres anteriores, las buenas noticias proceden de los otros negocios vinculados a los dispositivos móviles, como es la producción de captadores de imagen. La división, que fabrica componentes para las cámaras de varios de los smartphones más populares del mundo, registró un incremento de ingresos, pasando de 169.600 a 210.700 millones de yenes.

A nivel de grupo, Sony registró una facturación de 1,7 billones de yenes, un descenso del 18 por ciento, mientras que los beneficios cayeron un 86%, quedandose en los 13.000 millones de yenes.

La empresa declara que, en una situación favorable, espera que su negocio vuelva a la normalidad en el trimestre de octubre, pero experimentará la afectación máxima de la Covid-19 durante el período en curso.