Qualcomm ha revelado que está siendo objeto de una investigación por parte de la Comisión Europea (CE) debido a la presunta comisión de infracciones en materia de competencia relacionadas con la venta de equipamiento para 5G, y que podría sufrir una penalización de hasta el 10% de sus ingresos anuales, así como restricciones comerciales, si es declarada culpable.

Al mismo tiempo que hacía público su informe de resultados más reciente, la firma ha declarado que la CE le ha remitido una solicitud de información destinada a una investigación en curso con la que quiere esclarecer si Qualcomm ha abusado de su posición en el mercado de procesadores de banda base para 5G, a fin de obtener una ventaja indebida en la venta de equipamiento Front-End para RF.

Qualcomm ha declarado que está dando los pasos necesarios para responder a dicha solicitud, pero al mismo tiempo ha subrayado que no cree que sus prácticas comerciales transgredan la normativa de competencia de la Unión Europea.

En un informe preceptivo destinado al mercado de valores, añade que “no se puede predecir el desenlace de este asunto, ni qué remedios puede imponer la CE, si es que impone alguno”, y explica que la firma podría sufrir una multa considerable, o medidas cautelares sobre sus actividades.

No es la primera vez que la CE investiga a Qualcomm. Durante los dos últimos años le ha impuesto diversas multas sustanciosas, si bien todavía se hallan en proceso de apelación.

En 2019 se le impuso una sanción de 242 millones de euros por infracciones relacionadas con la tecnología 3G que se remontan a 2010, y también una cuantiosa multa de 997 millones de euros derivada de una investigación sobre sus relaciones con Apple.

Qualcomm mantiene su inocencia en ambos casos.