Los datos proporcionados por el gobierno chino muestran que el número de smartphones vendidos en el país durante el mes de marzo se mantiene claramente por debajo del período equivalente de 2019. Sin embargo, también parece que la relajación de las medidas adoptadas contra la propagación de la Covid-19 (nuevo coronavirus) empiezan a surtir efecto, puesto que la tasa de disminución es menor que la de febrero.

Las cifras suministradas por la Academia China de Tecnología de Información y Comunicaciones muestran que las ventas de marzo han disminuido un 21,9% interanual hasta situarse en los 21 millones de unidades, un porcentaje muy inferior al 54,7% registrado en febrero.

Según dicho organismo, las ventas de los tres primeros meses del año han disminuido en un 34,7%, quedándose en 47,7 millones de unidades. El número de lanzamientos de nuevos modelos al mercado ha caído en un 24,5% hasta quedarse en 74.

Las marcas multinacionales suponen el 13,2% de las ventas de marzo y se estima que Apple despachó alrededor de 2,5 millones de iPhones, con un descenso del 20%, tras haber caído un 61% en febrero.

Apple anunció a mediados de marzo que volvería a abrir sus 42 tiendas en China tras haberlas cerrado a principios del mes anterior.

En una reciente teleconferencia sobre beneficios, Wang Xiang, presidente de Xiaomi, ha declarado que su firma también vuelve a la normalidad. El día 31 de marzo su producción se hallaba en el 80-90% de su capacidad habitual, después de drásticas reducciones en la fabricación y la demanda provocadas en febrero por el confinamiento.