Las investigaciones de la GSMA han hallado una correlación directa entre los precios elevados del espectro y la reducción de la calidad y la disponibilidad de la red, y sostienen que las políticas de ciertos organismos reguladores tienen como consecuencia que millones de personas carezcan de conectividad.

En un informe muy crítico publicado por GSMA Intelligence (GSMAi), la división de analistas de la asociación, los expertos hallan una estrecha relación entre el costo elevado del espectro, los índices de despliegue y la calidad de las redes 3G y 4G en los diversos mercados, tanto desarrollados como en vías de desarrollo.

La organización remite a los datos de las licitaciones efectuadas en 64 mercados entre 2010 y 2017, y a continuación evalúa la disponibilidad y calidad de los servicios relacionados.

Concluye que tanto en los mercados desarrollados como en desarrollo los costes más elevados del espectro han sido un factor importante en la desaceleración del despliegue de la red y han conducido a reducciones a largo plazo en su calidad.

GSMAi ha determinado que en los países donde el espectro es más caro la red 4G promedio cubre a un 7,5% menos de la población que en aquellos donde las operadoras pagan precios promedio.

Brett Tarnutzer, responsable de espectro en la GSMA, explica que “las licitaciones de espectro ya no pueden usarse como medio para recaudar fondos. Todo gobierno que quiera maximizar sus ingresos mediante el espectro tiene que ser consciente de que sus acciones tendrán repercusiones negativas sobre los ciudadanos y sobre el desarrollo de los servicios de telefonía móvil”.

“Ahora disponemos de pruebas evidentes de que la restricción de la capacidad financiera de las operadoras para invertir en redes móviles perjudica a millones de consumidores.”