Google reconoce haber fracasado en su intento de utilizar Stadia para hacerse con una porción del sector de juegos en la nube para consumidores. La firma ha anunciado que apagará el problemático servicio en enero de 2023 y que reembolsará a los usuarios el hardware y el software que hayan adquirido.

La empresa ha explicado mediante una declaración que, si bien considera que la plataforma de streaming para juegos se fundamenta en una sólida base tecnológica, no ha tenido el éxito esperado entre los usuarios.

A pesar del fracaso de su propios servicios, Google señala el éxito de sus otras inversiones en la industria del juego, como por ejemplo la ayuda a los desarrolladores para la distribución de juegos destinados a dispositivos Android y su infraestructura de nube usada por terceros.

Planea usar la plataforma tecnológica desarrollada para Stadia en otros negocios, como por ejemplo en YouTube y en productos de RA, y prevé abrirla también a otras firmas del sector.

Phil Harrison, vicepresidente y director general de Stadia en Google, ha declarado que su empresa “mantiene su sólido compromiso con el sector de juegos y seguirá invirtiendo en nuevas herramientas, tecnologías y plataformas que favorecerán el éxito de desarrolladores, socios industriales, clientes de nubes y creadores”.

El gigante tecnológico lanzó Stadia en 2019, asegurando que su servicio de streaming desde la nube liberaría “a los jugadores de las limitaciones de las consolas y PC tradicionales”. Aparte de los juegos, vendía un mando que se podía usar con el sistema.

Los usuarios actuales podrán acceder a su biblioteca de juegos hasta mediados de enero de 2023. Google prevé que para entonces se habrá efectuado la mayoría de los reembolsos por el hardware y el software adquirido a través de sus canales propios.