Sundar Pichai, consejero delegado de Google, ha apuntado que su empresa podría empezar a cobrar a los fabricantes de teléfonos y las operadoras por el uso de la plataforma Android, como consecuencia de la abultada multa que le ha impuesto la Comisión Europea (CE).

Desde el año 2007, Google proporciona Android sin coste alguno a fabricantes de dispositivos y operadoras. Ha podido hacerlo, en parte, gracias a su estrategia de instalar por defecto aplicaciones que generan ingresos, como Search, Chrome, Play, Maps y productos Gmail, en los dispositivos que funcionan con Android.

En un artículo de blog, Pichai observa que los usuarios de Android pueden desactivar o borrar dichas aplicaciones, y añade que Google solo obtiene beneficios con ellas si los usuarios las utilizan.

Con todo, la CE ha llevado a cabo una investigación y ha concluido que dicha política abusa de la posición dominante de Google en el mercado, y ha impuesto un plazo de 90 días para que la empresa la abandone.

Pichai advierte en el blog que dicho dictamen, acompañado de una multa de 4.300 millones de euros, podría “alterar el delicado equilibrio conseguido con Android”.

“Si los fabricantes de teléfonos y operadoras de telefonía móvil no pueden incluir nuestras aplicaciones en su gama de dispositivos, se alterará el equilibrio del ecosistema de Android. Hasta ahora, el modelo de negocio de Android ha comportado que no tuviéramos por qué cobrar a los fabricantes de teléfonos por nuestra tecnología, ni depender de un modelo de distribución sujeto a controles estrictos.”

“La decisión de hoy acaba con el modelo de negocio que mantiene a Android, y que ofrece mayor libertad de elección a todo el mundo.”

Pichai afirma que Google presentará recurso contra el dictamen.