Reuters informa de que Samsung no puede confirmar la fecha en la que empezará a vender el dispositivo Galaxy Fold en Estados Unidos, y de que cabe la posibilidad de que se vea obligada a cancelar los pedidos ya realizados.

La salida al mercado del dispositivo emblemático plegable ya se pospuso en abril, al descubrirse problemas en las pantallas de la primera remesa de teléfonos. La firma explicó que necesitaba tiempo para evaluar las observaciones recibidas y efectuar pruebas internas.

Ahora, Samsung ha informado a los clientes estadounidenses de que cancelará los pedidos si no puede cumplir el plazo previsto para el 31 de mayo. La firma ha declarado a Reuters de que las reglamentaciones estadounidenses sobre artículos de consumo la obligan a ello.

El Galaxy Fold ha padecido varios problemas derivados de su pantalla. En algunos casos, los analistas han arrancado la capa exterior al confundirla con una lámina protectora. Pero la firma también ha observado alteraciones causadas por un impacto en la parte superior o inferior de la bisagra, y que “sustancias halladas dentro del dispositivo” repercuten en sus prestaciones.

Al tratarse de un teléfono que se dirige a un nicho de consumidores específico, no parece probable que Samsung se vea muy afectada por sus problemas. Aunque la firma surcoreana pueda verse en una situación poco airosa, podríamos entender que la introducción de una tecnología innovadora en el mercado conlleva sus riesgos.