Según Bloomberg, la firma de tecnología médica Masimo ha presentado una demanda contra Apple por infringir diez de sus patentes en los Apple Watch, y ha iniciado un proceso legal con el que trata de prohibir la venta de varios modelos del reloj.

Masimo acusa a Apple de robar secretos comerciales y de usar inadecuadamente la tecnología de seguimiento de la salud de la propia Masimo y de su empresa derivada Cercacor. Según parece, Apple obtuvo dicha tecnología en el marco de una colaboración entre ambas firmas.

En el marco de su demanda, Masimo y Cercacor quieren que se prohíba el uso de tecnología patentada en los Apple Watch 4 y 5, así como una indemnización por daños y perjuicios, y la devolución de la información confidencial citada.

En la demanda se detallan las reuniones entre Apple y Masimo en 2013, que se celebraron para discutir una posible colaboración. Pero lo que hizo finalmente Apple fue contratar a algunos de los empleados clave de la firma, como por ejemplo el director médico Michael O’Reilly, que luego ocupó el puesto de vicepresidente de tecnologías de la salud en Apple.

Posteriormente, Apple contrató al director de tecnología de Cercacor, Marcelo Lamego. Ambos directivos tenían acceso a información técnica reservada.

Masimo acusa a Apple de haber robado su tecnología de monitorización no invasiva mediante luz a fin de resolver ciertos problemas del Apple Watch. Según Masimo, Apple también ha violado sus patentes relacionadas con la medición de los niveles de oxígeno en la sangre y del ritmo cardíaco mediante emisores y detectores de luz.

En diciembre de 2019, Apple se enfrentó a la acusación de haber utilizado tecnología patentada de un cardiólogo. Este exige royalties sobre una función del Apple Watch que informa al usuario de irregularidades en los latidos del corazón.