La pandemia de Covid-19 (nuevo coronavirus) y la consiguiente transformación en las modalidades de trabajo, así como el aumento de la demanda de productos de ocio para el hogar, han puesto en primer plano las comunicaciones y el aguante de las redes de telecomunicaciones. El brote tiene, y seguirá teniendo, efectos devastadores en todos los aspectos de la economía mundial. Dado que el distanciamiento social y las dificultades para viajar siguen repercutiendo en la oferta y la demanda, se prevé que el crecimiento del PIB mundial se reduzca en un 4,5% en 2020, con repercusiones directas en el sector de las telecomunicaciones, entre otros.

Sin embargo, el impacto de la Covid-19 podría ser muy superior en los mercados emergentes, que sufren de manera desproporcionada por la caída en los precios de productos básicos, la reducción de la inversión internacional, la disminución de las remesas entrantes de dinero, una mayor sobrecarga de la deuda externa y una gran población de trabajadores itinerantes. Aunque buena parte de la cobertura de los medios de comunicación se haya centrado en la región que en cada momento fuera epicentro de la pandemia, primero China, luego Europa y Estados Unidos, queremos examinar los efectos de la pandemia sobre el desarrollo del ecosistema de telecomunicaciones móviles en países que parecen mal equipados para hacerle frente, a pesar de los admirables esfuerzos realizados.

La brecha digital se acentúa en una pandemia

En los mercados emergentes, el móvil es la principal tecnología de acceso. La penetración de la banda ancha fija ronda el 11% de la población, mientras que la implantación de Internet móvil supera el 40%. Con todo, buena parte de la población sigue sin estar conectada (véase el gráfico a continuación, pulse para ampliarlo), y la pandemia ha puesto de manifiesto lo nociva que es esa brecha digital.

 

 

 

 

 

 

Como resultado de las medidas de confinamiento, muchas personas han recurrido a Internet para preservar sus vínculos sociales, acceder a la educación o a información sobre la crisis, y salvaguardar un nivel limitado de actividad económica. Sin embargo, miles de millones de personas de los mercados emergentes que aún no están familiarizadas con Internet quedan excluidas de dichas oportunidades de superar las limitaciones sociales y económicas del autoaislamiento, mientras que los gobiernos que no cuentan con plataformas digitales establecidas tienen menos posibilidades de gestionar eficazmente la pandemia y sus repercusiones económicas.

En ciertos ámbitos específicos, las limitaciones al uso de los servicios de Internet móvil agrava el impacto del confinamiento:

  • Educación: tras el cierre de escuelas y otras instituciones educativas, millones de estudiantes dependen ahora de la enseñanza a distancia. Aunque 1.400 millones de abonados móviles de todo el mundo usen el teléfono para mejorar su educación o la de sus hijos, el paso a soluciones telemáticas para el aprendizaje a distancia deja a muchas personas al margen. Algunos gobiernos han tenido que recurrir a tecnología no interactiva, como la radio y la televisión, para ofrecer un nivel mínimo de continuidad educativa a quienes no pueden utilizar Internet. Así, por ejemplo, la Junta de Educación de Ruanda ha empezado a retransmitir programas educativos de radio durante los días laborables desde el 4 de abril, empezando por lecciones de alfabetización para estudiantes de escuela primaria, mientras que Malasia inauguró el 6 de abril un nuevo canal de televisión llamado TV Okey, de la emisora pública Radio Televisyen Malaysia (RTM), que ofrece programas educativos para todos los estudiantes, sobre todo para los que no disponen de acceso a Internet.
  • Comercio electrónico: la poca adopción de servicios digitales en los mercados emergentes impide que las empresas accedan al comercio electrónico u otras plataformas en línea para mantener un nivel de consumo constante. Así, por ejemplo, la encuesta GSMA Intelligence Customer Survey 2019 muestra que menos de un 20% de los propietarios de smartphones del África Subsahariana y del Asia en Vías de Desarrollo (salvo China) usan sus dispositivos para adquirir productos con regularidad (al menos una vez al mes), en comparación con alrededor del 50% en Europa y América del Norte.
  • Información: la difusión eficaz de comunicaciones de crisis depende en gran medida de los canales digitales y de la capacidad individual para distinguir entre fuentes y consejos fiables, e información manipulada. No es tarea fácil para quien nunca ha estado conectado.

Los retos a los que se enfrentan las operadoras no son los mismos que en las regiones con ingresos más elevados

Las operadoras de mercados emergentes se enfrentan a retos específicos. Al cerrar los puntos de venta minoristas, muchas de ellas han perdido su canal para la venta directa de teléfonos móviles, que según la encuesta Operator Device Survey 2020 de GSMA Intelligence suponen el 40% de las ventas de smartphones en los mercados emergentes (China excluida). Ciertas operadoras, por ejemplo en Asia meridional, han incrementado las ventas a través de terceros, como por ejemplo mediante cajeros automáticos, farmacias y tiendas de comestibles, pero al tratarse de iniciativas de carácter reactivo las operadoras no logran explotar todo su potencial de ingresos y no maximizan la participación de los consumidores. Además, los mercados emergentes suelen ser de prepago (84%, frente a 36% en los mercados desarrollados), lo que significa que las operadoras están más expuestas a una reducción del gasto por parte de los clientes.

Por otra parte, el riesgo de demora en la construcción de redes es cada vez mayor. Las licitaciones de espectro para la 5G empiezan a retrasarse, porque las operadoras reclaman espectro adicional para la 4G, necesario para asumir el rápido incremento de tráfico en la red. En Brasil, por ejemplo, las operadoras han solicitado que se aplace la licitación de espectro para la 5G mientras evalúan el impacto financiero a largo plazo de la pandemia. La licitación de espectro para la 5G en India también se ha aplazado, como mínimo, de 2020 a 2021. Además, Reliance Jio y Bharti Airtel han solicitado a las instancias reguladoras espectro adicional para la 4G. Sí, ahora la 5G no es prioritaria para muchos de los mercados emergentes, pero por otra parte es muy necesario que los plazos no se alarguen demasiado, para que la brecha entre países emergentes y avanzados no se amplíe aún más. Por otra parte, ciertos mercados emergentes, como por ejemplo India, consideran que el espectro para la 5G tiene una importancia clave en su transición hacia una economía digital plena, por lo que no quieren demoras.

Cuando un desafío se convierte en una oportunidad

Pero no todo es negativo, porque el ecosistema digital ha tenido una importancia clave en la respuesta a la Covid-19.

Las operadoras han incrementado los paquetes de datos móviles y en muchos casos han estado ofreciendo datos gratuitos para que los usuarios pudieran acceder a la información y a los servicios de salud y educación, y todos los participantes en la cadena de valor digital, como operadoras, proveedores, empresas de Internet y gobiernos, colaboran para ayudar a las personas durante el confinamiento y preparar el retorno a la normalidad cuando finalice la pandemia. A causa del aumento en el número de personas que trabajan a distancia, o simplemente no salen de sus hogares, las operadoras de telefonía móvil han hallado una oportunidad singular: pueden y deben aprovechar el auge en la adopción de servicios móviles (por ejemplo, videollamadas para empresas, instrumentos de colaboración telemática, streaming de vídeo, comercio electrónico y pagos móviles) a fin de aumentar su papel en la vida de los individuos.

Asimismo, los tiempos de crisis pueden servir como motor de avance tecnológico, a pesar de los desafíos a los que se enfrenta la industria. En algunos casos, la 5G ya ha demostrado su valor. Por ejemplo, en varios países (como China y Camboya), las operadoras han puesto en marcha servicios de telemedicina habilitados por 5G que permiten a los médicos examinar a los pacientes por vídeo. Y si bien hace tiempo que existe la posibilidad de trabajar desde el hogar, la 5G mejora las reuniones virtuales y, por supuesto, ofrece mayores capacidades de red, por lo que tendrá un papel clave en ayudar a satisfacer las nuevas demandas de tráfico.

Las perspectivas de los mercados emergentes afectados por la pandemia son fluidas y seguirán siendo objeto de una vigilancia atenta. El costo humano ha sido terrible y probablemente sus repercusiones se harán sentir durante varias décadas, pero tal vez haya servido como estímulo para que los países emergentes empiecen a ponerse al nivel de sus homólogos desarrollados. Los gobiernos con economías digitales débiles han visto que no pueden hallarse en una posición tan vulnerable, y las poblaciones que hasta ahora no eran muy conscientes de los beneficios de la Internet móvil han abierto de pronto los ojos a la importancia que pueden tener sus servicios.

–Jan Stryjak – director sénior, Investigación de Operadores Móviles y Redes, GSMA Intelligence

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