A lo largo de 2019 hemos sido testigos de una creciente colaboración entre operadoras y gobiernos europeos para llegar a todas las zonas de cobertura móvil deficiente, sobre todo áreas rurales.

Ya están en marcha acuerdos para compartir redes en Reino Unido y Alemania. Dichos planes demuestran un deseo generalizado de poner fin a las carencias en cobertura móvil de lugares donde la demanda de servicios ultrarrápidos no parece prioritaria, pero la necesidad de inclusión digital y conectividad es más fuerte que nunca.

El acuerdo de desarrollo de una Red Rural Compartida (Shared Rural Network) entre el gobierno del Reino Unido y las cuatro principales operadoras del país propuesto en octubre, y considerado el primero de su clase en todo el mundo, comportaría una fuerte inversión por ambas partes en una red compartida de antenas tanto preexistentes como nuevas. Del mismo modo, las operadoras alemanas Deutsche Telekom, Telefónica Alemania y Vodafone Alemania han firmado una declaración de intenciones sobre el uso compartido de redes en zonas rurales y rutas de transporte.

Se espera que ambos acuerdos se firmen formalmente en 2020.

Reducción de costes

Sin lugar a dudas, las operadoras de Reino Unido y Alemania llevan a cabo un gran esfuerzo para resolver las brechas de cobertura en sus respectivos mercados. Pero ¿por qué ahora, y debido a qué motivos?

En diciembre de 2018, el organismo regulador británico Ofcom esbozó planes para imponer condiciones a las licencias de espectro que se licitarán a principios de 2020, como por ejemplo que las operadoras amplíen la cobertura en zonas rurales a cambio de descuentos en el espectro.

Diez meses después de la propuesta, EE, O2 UK, 3 UK y Vodafone UK se comprometieron a mejorar la cobertura mediante el proyecto de Red Rural Compartida. Ofcom vio con buenos ojos la medida y anunció su intención de revisar el formato de las licitaciones a fin de suprimir los requisitos de cobertura.

Kester Mann, director de Consumidores y Conectividad en CCS Insight, explica que la actuación del organismo regulador “actuó como catalizador para que la industria se reuniese y propusiera una solución alternativa”.

Según Mann, el acuerdo entre operadoras del Reino Unido para compartir redes rurales ha sido “un raro ejemplo de colaboración exitosa entre operadoras móviles acostumbradas a una competencia feroz por atraer y retener suscriptores”.

Añade que las operadoras alemanas se sintieron motivadas para cooperar tras “una polémica licitación de espectro 5G efectuada en 2019, en la que las operadoras tuvieron que gastar mucho más de lo esperado para hacerse con las franjas de espectro que tanto necesitan”.

Paolo Pescatore, analista de PP Foresight, señala que las operadoras sufren una presión financiera considerable, lo que explica en parte la tendencia a compartir redes.

“Los márgenes se encogen, al mismo tiempo que los ingresos medios por usuario se mantienen estables o disminuyen. La situación se agrava aún más con la premura por lanzar redes 5G. Ahora todo el mundo está pendiente por lograr que el usuario disponga con mayor facilidad de la 5G. Para ello se necesita mayor cobertura, más espectro, chipsets más baratos y más dispositivos. Sin embargo, las firmas de telecomunicaciones no lo tendrán fácil para obtener ingresos y recuperar las fuertes inversiones exigidas por la 5G.”

Pescatore cree que las operadoras se desprenderán de sus activos y buscarán compartir redes a fin de reducir costes. Añade que los primeros pasos hacia el uso compartido de la red se dieron en la era de la 3G.

Panorama europeo

Mann entiende que los acuerdos en Reino Unido y Alemania tienen por objetivo reducir costes y acortar los plazos para ajustarse a los planes de los organismos reguladores que aspiran a mejorar la cobertura rural.

Pescatore opina que las operadoras quieren implantar arquitecturas que se centren más en el software, porque estas permiten reducir las costosas inversiones en hardware y con ello contribuyen a incrementar la cobertura y la conectividad en áreas con servicios deficientes.

Explica que “el Reino Unido empieza a recobrar el liderazgo en redes gracias a la 5G, y estrategias como la Red Rural Compartida ofrecen un modelo a otros países que tienen problemas para atender a zonas de difícil acceso”.

No es de extrañar que dos de las principales economías europeas se hallen en primera línea en la resolución de problemas de cobertura móvil.

Con todo, ¿allanarán el camino para otros mercados del continente e inaugurarán una nueva tendencia de prestar mayor atención a las zonas rurales?

Mann opina que se necesitarían modelos más creativos e innovadores para reforzar el argumentario comercial en favor de la inversión en redes móviles. Señala que “esto será cada vez más relevante a medida que nos adentremos en la era de la 5G, e iniciativas como la Red Rural Compartida podrían ser tan solo un inicio”.

Destaca Polonia como posible candidato a la creación de redes compartidas, ya que en dicho país se han presentado propuestas para una única red nacional de 5G en los 700 MHz.

El analista afirma que no le sorprendería “ver que una ciudad europea da el paso y despliega toda la infraestructura móvil 5G a través de un tercero”.

Desafíos

Todos los acuerdos para el uso compartido de redes mejorarán la situación de quienes viven y trabajan en zonas remotas. Sin embargo, también plantearán desafíos a las operadoras, como por ejemplo las dificultades implícitas en el trabajo conjunto en pos de un objetivo común, simultaneado con la rivalidad por el liderazgo en la industria.

Mann señala que la colaboración es uno de los principales retos a los que se enfrentan las operadoras, junto con el acceso a la fibra y la electricidad, puesto que la accesibilidad de dichos recursos en áreas remotas es menor, a pesar de que tengan una importancia “vital en el funcionamiento de una red móvil”.

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